sábado, 13 septiembre 2025
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Corte de pelo infantil alcanza los 300 mil bolívares en las calles

Osman Rojas | LA PRENSA.- Ahora en las peluquerí­as infantiles son los pa­dres los que terminan llo­rando. La galopante infla­ción que hay en Venezuela convierte acti­vidades básicas como el corte de cabello de un ni­ño en un auténtico lujo y es que, hasta 300 mil bo­lívares, gastan los padres cuando visitan las barbe­rías.

“Me he quedado loca con los precios. Yo vine hace un mes y gasté 150. Tenía previsto que au­mentaran porque todo sube, pero en mi presu­puesto estaba pagar 200. Cuando la muchacha me dijo que el ajuste había
sido del 100% pagué por no pasar pena”, comenta Migdalia González, ma­dre que le corta el cabello a su hijo en la peluquería BabyShampo, ubicada en el este de la ciudad.

La mujer se mostró alar­mada por la velocidad con la que suben los pre­cios en el país. “Si esto si­gue así tendré que ense­ñarle a mi esposo a hacer crinejas. Quién va a pa­gar un corte a esos pre­cios”, dice la mujer
mientras sonríe.

Los nuevos precios que manejan las barberías para niños hace que los padres cambien sus hábi­tos. María Barcos es un claro ejemplo de ello. La mujer es madre de un pequeño de 4 años que era afeitado en Loquillos dos veces por mes.

La úl­tima vez que el niño fue sentado en una butaca la mamá tuvo que desem­bolsillar 135 mil bolíva­res monto que le trastocó la economía del mes.“Pasé más de un mes sin afeitarlo. Él niño se sentía incómodo porque le picaba el pelo cada vez que sudaba pero no po­día traerlo a cortarse el cabello porque hay que guardar dinero para co­mer”, suelta la señora.

El aumento de los cor­tes de cabello ha sido ge­neral. En el este, en el centro o en el oeste de Barquisimeto las pelu­querías infantiles se han visto en la obligación de ajustar sus precios para mantener sus puertas abiertas.

Andrea Vásquez, encar­gada de una peluquería infantil, explica que el material utilizado para cortar cabello sube cada dos días y eso hace que los centros infantiles ajusten sus precios.

“Mucha gente no lo sa­be, pero el mantenimien­to de los caballitos que se usan para que ellos espe­ren cuesta. Los dulces que se dan y hasta las ho­jillas que se cambian ca­da corte para no lastimar­les la piel. Todo eso hay que sumarlo”, comentó.

Los precios de los cortes varían dependiendo el si­tio. En el centro un corte puede costar 80 mil bolí­vares mientras en el este o centros comerciales la afeitada puede alcanzar los 300 mil.

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