Estefany Figueroa | LA PRENSA.- Full de moscas, toda descompuesta y con mal olor les llegó la comida a la Escuela Andrés Bello de El Trompillo.
Luego de tres meses de espera para que surtieran el comedor que ya ni estaba funcionando, los directivos de la institución se encontraron con la gran sorpresa que los vegetales y los víveres llegaron en estado de putrefacción o a punto de descomposición.
En total eran: 5 bultos de yuca, 2 sacos de piña, 1/2 cesta de plátanos, 1/2 saco de cebolla, 1 saco de papas, 2 bultos de arroz, 2 bultos de pasta y 4 melones eran los alimentos de la polémica en esta institución del noroeste de Barquisimeto.
“Son 435 niños que hay que atender y lo que nos llegó no alcanza ni para 15 días y menos si viene dañado”, así lo dijo la directora de la institución, Lorena Couther, quien también pidió a las autoridades que deben supervisar los alimentos que mandan a las instituciones porque no es la primera vez que ocurre un episodio de este mismo tipo con los alimentos de los comedores escolares.
Los padres y representantes de la institución, también se encontraban molestos por esta problemática, según Jesús Rutia él no va a permitir que su hijo consuma esa comida que llegó full de moscas porque lo que puede contraer es una amibiasis, es preferible trabajar un poco más y que se lleve la comida de la casa.