Jennifer Orozco | La Prensa.- La causa carcelaria en el Centro Socioeductivo Pablo Herrera Campins de El Manzano, son 150 mil bolívares. El pago de esta vacuna impide que los presos mayores de edad agredan a los menores.
“Los voy a denunciar al Conas. Me piden mediante mensajes de texto 150 mil bolívares semanales con la condición de no quemarle la colchoneta a mi hijo. Lo tienen amenazado ahí adentro de que lo van a matar y tiene temor de que lo quemen vivo con la colchoneta”, denuncia la representante de un preso de quince años, quien cayó en el retén por robarse una moto.
Al chamo ya le quemaron su ropa hace unas semanas porque su mamá no pudo soltar la plata. También le han robado la comida y lo han golpeado cuando la señora paga cuotas más bajas.
“Mi hijo se ha vuelto callado, temeroso y dice que no duerme. Sé que tiene que pagar por su delito, pero no de esa manera”, mantiene la madre.
La señora cuenta que los presos mayores de edad se las aplican a los chamitos porque no tienen un control interno. “El director nunca está y los policías se encompinchan con los presos a cambio de plata, todo aquí es un negocio”, aseguró.
Otras madres cuentan que el día que la gobernadora Carmen Meléndez visitó el retén, prometió cambios profundos, sobre todo en los niveles de violencia dentro de los calabozos. “Pero nada ha cambiado. Siguen cobrando “la causa”, los policías siguen cobrando para pasar teléfonos y chucherías a los presos, además de que los maltratos no se acaban”, apuntó otra madre.
Ella declara que a su hijo lo agarraron la semana pasada entre cinco chamos más y le afeitaron la cabeza. “Luego le dieron patadas y lo escupieron. Todo a la vista de los funcionarios”, contó.
Este año el retén de El Manzano se ha visto acontecido por fugas masivas de madrugada o días de visita, decapitaciones, adolescentes muertos a puñaladas o riñas. Familiares le piden a Meléndez que ponga especial atención y de “verdad convierta el retén en un centro socioeductivo, donde los muchachos se mantengan ocupados y puedan estudiar”.