Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- «Valorar lo que tenemos y empezar por dar el ejemplo», es uno de los principios que sugieren los ambientalistas acerca de la necesidad de una verdadera ciudadanía ambiental, formada desde la cultura del reciclaje. Aclaran que es un abordaje y aprendizaje en las escuelas, comunidad e instituciones para el aprovechamiento de desechos, cuyo seguimiento debería estar respaldado por un plan oficial.
Es un cambio de conciencia que empieza desde esa vinculación del niño al reconocer la clasificación de los desechos sólidos y reforzar el hábito de su debida ubicación para el mejor aprovechamiento, al transformarse en materia prima industrial. Conocer la importancia de evitar tanta acumulación de basura, como focos contaminantes para el ambiente y más aún reconocer su utilidad.
«Es necesario tener los recursos y sin confusiones», precisa el geógrafo Augusto Bastidas, al lamentar que no se tiene una precisión por falta de data oficial, pero que estudios de especialistas manejan un estimado de que sólo se recicla 7% y que en 2022 estuvo en 5% de las 28 millones de toneladas de basura al día que se generan en el país, tal como lo estimó Joaquín Benítez, director de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Cifras que han ido en descenso de 15% que se reciclaba anteriormente a 10%.
Para el ambientalista, Francisco Lara, es importante empezar con formar este tipo de ciudadanía desde planteles educativos y con la comunidad organizada como unidad operativa. Al entender que ese valor del desecho necesita el respaldo del sistema industrial, incluso tomando como referencias un proyecto de formación que sensibilice acerca del impacto de la generación de basura y su incidencia en la crisis climática.
«Siempre se escuchan intentos, pero se necesita un plan que tenga la adherencia de la comunidad«, señala ante la necesidad de un programa y estrategias que den un vuelco de mentalidad a la población.