Osman Rojas D. | LA PRENSA de Lara.-& ;Comer es una tarea titánica en Venezuela. La galopante inflación que hay en el país no para a pesar de la pandemia y las personas en las calles empiezan a ver con preocupación cómo la quincena entera de un trabajador que devengue sueldo mínimo se va en la compra de una harina PAN.
De acuerdo a lo denunciado por las personas consultadas por LA PRENSA la comida sube de precio todos los días. En algunos locales los comerciantes dicen que, mientras el dólar suba, ellos tienen que ajustar sus tarifas, mientras que en otros responsabilizan a la escasez de gasolina por el alza de los precios. Sea cual sea la razón lo único cierto es que las personas ya no tienen cómo comer.
«Si compro harina no compro queso. Si compro queso no tengo para el pan», eso fue lo que dijo Álvaro Suárez, comerciante entrevistado por LA PRENSA.
Aunque las personas hacen todo lo posible por ahorrar y buscar las ofertas todos los consultados dicen que es imposible hacer un mercado para tres días, pues en dos productos se gasta un millón de bolívares.
Síguenos en nuestras redes sociales como @laprensalara. Estamos en Twitter, Facebook, Instagram y YouTube.