Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.- Leila Izquiel, de 73 años, murió tras agonizar por una hora luego de ser arrollada el lunes en la tarde por un camión 350 en la avenida Libertador con calle 54, al oeste de Barquisimeto. Aunque la señora fue trasladada de inmediato a un centro asistencial no soportó los golpes que sufrió.
Un hijo de Izquiel contó que su madre salió de la urbanización El Obelisco con destino hacia el centro comercial Babilon, pues quería ver a su hija quien trabaja allí. La señora, supuestamente, iba caminando por la acera en sentido oeste-este, tapándose la cara del inclemente sol de la tarde y por eso decidió cruzar la avenida.
Al parecer, Izquiel no se percató que un camión de la empresa Inter, iba a alta velocidad y aunque el chofer le tocó la corneta y trató de esquivarla, la golpeó de un lado y ella cayó sobre el pavimento. La señora terminó con la pierna derecha fracturada y golpeada en varias partes de su cuerpo.
El conductor se detuvo y trató de ayudarla, mientras que los demás transeúntes también se detuvieron para prestarle los primeros auxilios. La septuagenaria se quejaba del dolor y muy cerca de ella estaba una bolsa en donde llevaba su celular y una de las personas decidió llamar a su hija, y darle la noticia de lo que le había pasado a Leila. Ella, por estar a pocos metros del sitio del suceso, llegó a los pocos minutos del accidente.
La hija de Leila lloraba al verla bocabajo sobre el pavimento. La ropa de la señora quedó ensangrentada, mientras que sus nietos estaban sorprendidos por lo que le había ocurrido. A los 10 minutos del accidente llegaron los paramédicos de Protección Civil, quienes la trasladaron hasta el Seguro Social, pero según el hijo de la doña allá no tenían ni una caja de algodón y por eso la refirieron al Hospital Central Antonio María Pineda, donde murió 30 minutos después de ser ingresada.
El hijo de la septuagenaria contó que el conductor responsable del accidente no se dio a la fuga y se mantuvo allí, además luego de ser trasladada a un centro asistencial, siempre estuvo al tanto de cómo se encontraba la señora. La familia no lo culpan por lo ocurrido.
«Nadie anda por la calle queriendo llevarse a alguien por delante. El conductor no se dio a la fuga», comentó un allegado.
El hijo de Leila detalló que ella era ama de casa y que muy poco salía caminando por la zona, pero que el lunes en la tarde le dio por ir a visitar a su hija y fue cuando ocurrió el lamentable accidente.
Ayer en la mañana los familiares de la abuela estaban en los alrededores de la morgue desconsolados.