Euseglimar González | LA PRENSA.- “Lo traje con vida, perdió una pierna y ahora me lo llevo muerto”, dice en medio de su llanto Leida Espinoza, esposa de Silvestre Jiménez (56), quien murió presuntamente tras contaminarse con una bacteria.
Silvestre salió el viernes de su casa en San José de Quíbor a bordo de su moto y dos sacos de orégano. Cuando iba en la carretera, la chancleta que llevaba puesta se enredó con el caucho de la moto y se atascó. Al parecer, él trató de sacarla, pero el caucho agarró parte de su pie y lo “molió”.
El hombre presentó fractura en la tibia y peroné. El pie le quedó destrozado, según lo que cuenta su esposa. Los hijos lo trasladaron a las 2:00 de la tarde del viernes hasta el Hospital Baudilio Lara de Quíbor, allí tardó cinco horas para que lo trasladaran hasta el Hospital de Barquisimeto.
“Llegamos a las 7:00 de la noche, pero a él no lo atendieron como era debido. No fue sino hasta el lunes que un doctor le dijo que él debía ser operado para hacerle una limpieza”, comentó la esposa.
Silvestre fue intervenido quirúrgicamente el lunes porque no había traumatólogos. Ese día sólo le hicieron una limpieza y salió del quirófano. Luego de eso, el hombre presentó varios cambios en su cuerpo.
La esposa cuenta que durante esos días el color de la pierna del hombre estaba cambiando, estaba enrojecida y poco a poco iba subiendo. Detalla que le salió ampollas en toda la pierna izquierda y tenía un mal olor.
“Él agarró esa bacteria fue en el quirófano porque está contaminado. Todos los familiares de los pacientes me lo dijeron”, dijo la esposa.
El hombre murió ayer en la madrugada.