Ana Gabriela León | LA PRENSA.- “Atrapen a Yoel. Esto no puede quedar así. Era sólo una niña y merece justicia”, gritaban frente a la comisaría de Polilara el papá y demás familiares de la pequeña de tres años que fue brutalmente asesinada el viernes 7 de octubre en Guarico, municipio Morán y quienes ayer con una protesta exigían la captura del presunto asesino, Yoel “Curri” Yépez Alvarado.
Luis Pérez, el padre de la niña fallecida, era quien encabezaba la protesta pacífica. El hombre, con una mirada profunda, ojos algo rojos y muy triste, informó que la acción realizada ayer en la tarde la hicieron con el motivo de que apresaran a “Curri”, pues anda por las calles del pueblo como si nada hubiese pasado.
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El señor apenas pudo explicar lo que hacían, pues empezó a llorar. “Ella sólo era una niña, no merecía morir así”, dijo al tiempo que sus ojos se llenaron de lágrimas.
Luis comenta que “Curri” era padrastro de su hija y cuando él se enteró de la noticia intentó pedirle explicaciones a su mamá (exesposa de él) pero ésta no le dijo nada.
“El tipo no ha dado la cara. Hemos estado a punto de atraparlo en varias ocasiones, pero no se ha concretado nada. Al principio, la Policía estaba ayudando a su captura, pero ahora no quiere salir a peinar la zona. Hace dos días me dijeron que Curri estaba en Villanueva y llamé a la comandancia para que me acompañaran a buscarlo, pero nunca llegaron y no pudimos capturarlo. Ese hombre anda suelto y mi hija está muerta. Mi hijita merece justicia”, decía Luis.
El padre agregó que en una oportunidad algunas personas de Guarico le dijeron que debía agarrar a Yoel, lincharlo y quemarle la casa, y él se negó. “Yo no quiero linchamiento. Eso no es justicia. Yo quiero que lo capturen y lo condenen”, dijo tajantemente.
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La niña murió tras recibir múltiples golpes en diferentes partes del cuerpo, además de que presentaba grandes hematomas en la frente. Supuestamente, la niña también presentaba lesiones en sus partes íntimas. “En morgue me dijeron que cuando le hacían la autopsia, le extrajeron una bolsa de sangre del estómago”, dijo el papá.
Tías de la pequeña explicaron que en su afán de que los policías metan preso a “Curri” han recibido amenazas de los familiares del “aberrado”. “Por pedir justicia, algunas personas de la familia hemos recibido amenazas por parte de la familia del aberrado”, sentenció Ester Gil, tía materna de la pequeñita, quien junto a otras damas revelaron que la niña de tres años no sería la única víctima del “Curri”.
“Supuestamente, las otras hijas del aberrado han sido maltratadas por él y la mamá de mi sobrina ha sufrido cuadros de epilepsia por los golpes que el monstruo ese les daba. Fue violada y está psicológicamente inestable”, comentaba Ester molesta, pues pedía a gritos a los policías que hicieran justicia.
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