Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Dos plomazos se escucharon la noche del miércoles en el sector El Buco, de Las Tinajitas. Todos los habitantes temían asomarse, pero ayer a las 8:00 de la mañana cuando pudieron hacerlo, vieron el cuerpo de un hombre tirado en medio de la zanja, a dos cuadras del túnel.
Era un hombre robusto como de 100 kilos y su estatura estaba cerca de un metro 80 centímetros. Vestía una chemise Tommy Hilfiger, azul marino, unas bermudas de bluejean, boxer negro y medias azules, sin zapatos. Estaba entre el monte y la basura que tiran al buco.
En su pierna derecha tenia un tatuaje de mandala en forma de flor y unas llamas en la parte de la pantorrilla. En el brazo izquierdo otro tatuaje con un nombre que no podía leerse bien, pues quedaba oculto entre el monte donde estaba el cuerpo. Tenía un reloj negro de correa de cuero.
A simple vista parecía que le habían robado pertenencias de sus bolsillos, pues estaban fuera de las bermudas.
Una vecina contó con temor que el miércoles en el sector se escuchaban motos y vehículos que pasaban, cerca de las 8:00 de la noche. “Es común escuchar esos sonidos, por aquí viene mucha gente “malamañas” a dejar carros picados y cuerpos, porque este no es el primer muerto que dejan aquí”, decía la señora.
Ella misma narró que minutos después de escuchar el arranque de unas motos se escucharon dos disparos. “En ese momento cerré las puertas y ventanas. Me fui al cuarto a ver la novela, pensé de una vez que había un muerto, pero no quise hacerle mucha mente para poder dormir”.
La misma señora se levantó junto a su esposo muy temprano en la mañana y se asomaron al buco, apenas se veía el cuerpo y cuando su esposo bajó le dijo que era un hombre y estaba muerto.
Nadie lo conocía por el sector. “Se ve como un hombre de plata, como un pavo viejo, de 40 años”, decían las mujeres riendo.
El cuerpo fue levantado por funcionarios del Cicpc en horas de la tarde y permanece en la morgue de Barquisimeto, esperando dolientes.
Queremos vigilancia
Vecinos de Las Tinajitas denuncian que el patrullaje en la zona es escaso y que los que por allí pasan han agarrado la zona como “botadero de basura y muertos”, temiendo hasta por sus vidas.
Piden que algún cuerpo policial pase “de vez en cuando” por la zona para garantizar que no se les vuelva costumbre a los matones dejar cadáveres en el buco.