Ana Gabriela León | LA PRENSA.-Gregorio Antonio Pérez Vargas (53) murió el jueves en la noche de un infarto en la Comandancia de la Policía de Lara ubicado en el municipio Andrés Eloy Blanco.
Según relataron familiares el hombre sufrió un alza de azúcar y eso pudo producirle el infarto que culminó con su vida.
“Mi hermano era diabético y desde hace un mes no le conseguíamos los medicamentos que necesitaba por su enfermedad”, relataba una de las hermanas de Gregorio, quien añadió que en la comandancia, a pesar de ser un protocolo, dejan pasarle las medicinas a Gregorio.
Según relataron las hermanas de Gregorio, presentes en la morgue del hospital, el hombre estaba detenido por drogas, pero estaba pagando por una boleta que no era suya.
“A mi hermano lo atraparon en un Plan Cayapa, la familia contrató un abogado que logró que le dieran a mi hermano la libertad plena, pero no nos dijo que tenía que presentarse cada ocho días en el tribunal y cuando fue a comparecer en el último juicio lo detuvieron diciendo que estaba solicitado. Lo único que nos dijo el abogado era que necesitaba unos papeles con unos exámenes de salud de mi hermano. Por eso estaba detenido”, comentaba una de las hermanas.
Aparentemente después de ser detenido Gregorio, el abogado desapareció sin dejar rastro.