Lara ha registrado 21 muertos tanto en cárceles como en calabozos policiales Lara ha registrado 21 muertos tanto en cárceles como en calabozos policialesEuseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- El estómago sigue rugiendo, las tazas de comida no llegan con frecuencia y a los privados de libertad no les queda otra opción que esperar la caridad de sus compañ;eros para no morir de hambre. En un reciente informe, la ONG Una Ventana a la Libertad (UVL) sostuvo que 72 personas, entre hombres y mujeres, murieron de tuberculosis (TBC) y desnutrición en el país durante el añ;o 2022 en los calabozos policiales.
En el estado Lara se registraron 21 muertes tanto en las cárceles como calabozos policiales, ocho murieron con dos características similares; desnutrición y tuberculosis (TBC), esta última es una enfermedad que por su forma de contagio, persona a persona, se propaga con facilidad dentro de aquellos establecimientos penitenciarios que presentan condiciones de hacinamiento y si el recluso presenta desnutrición ataca con más fuerza.
Una realidad que viven los reclusos larenses es que sus familiares cada día se sacrifican para trasladarse hasta los centros de reclusión para llevarles comida.
María, familiar de un privado de libertad del Eje de Homicidios del Cicpc, contó que ella sale de su casa, ubicada al oeste de Barquisimeto, entre las 10:00 y 11:00 de la mañ;ana para poder llegar a la sede y entregar con tiempo los alimentos.
Los familiares deben llegar antes de mediodía para poder entregar las bolsas de comida que la reciben los funcionarios sólo una vez al día y puede ser a las 12:00 o 1:00 de la tarde.
María preparó arroz con carne molida, además de arepas para su hijo, pues la comida le debe alcanzar para el almuerzo, cena y desayuno del día siguiente.
En cola se forman los familiares de los reclusos de la comisaría de Pata ‘e Palo, allí esperan el turno para poder entregar la bolsa de comida que a veces se multiplica, porque hay reclusos que no reciben alimentos por parte de sus familiares.
«Mi hermano comparte comida con otro preso porque su familiar vive en Quíbor», comentó una joven, quien esperaba el llamado de los funcionarios para entregar la comida.
Contaron que semanal gastan entre 15 y 20 dólares para la comida, además de los pasajes para poder llegar al centro de reclusión.
«A diario gasto 14 bolívares en pasajes para poder llegar hasta el centro y entregarle la comida a mi esposo. Me ha tocado pedir la cola porque no me alcanza el dinero para todos los días», dijo otra familiar de un reo.
Desnutridos
La ONG UVL indicó que la desnutrición continuó siendo, durante el añ;o 2022, el principal problema de salud que se encontró en las celdas. Explican que 49,54% de los 432 casos identificados presentan problemas de alimentación.
Consideraron que casi la mitad de los detenidos que fueron estudiados están desnutridos y precisaron que esto es consecuencia de que el derecho a la alimentación no es cubierto, como corresponde por el Estado venezolano.
«Se ha delegado esta responsabilidad a la familia de las personas que se encuentran detenidas. Esto sí es una flagrante violación del derecho humano a la salud y a la vida de parte del Gobierno nacional», es parte de lo que reflejó el informe.