Jennifer Orozco | La Prensa.- Dayana Carolina Vásquez (26) cuidaba junto a su esposo la finca Doña Eloiza en Manzanita, municipio Simón Planas. Ya tenían dos años viviendo dentro de la propiedad, contratados por sus dueños para vigilarla y mantenerla.
Ayer la pareja madrugó como era normal para ellos y dieron su acostumbrada vuelta a la propiedad. Pero escucharon unos ruidos sospechosos dentro de la casa al regresar.
Eran dos tipos fuertemente armados que habían ingresado a la vivienda para robar. Dayana pasó de primera y se encontró con uno de los tipos que quiso someterla para supuestamente amarrarla y tenerla de rehén mientras arrasaban con la finca. Pero la mujer se negaba. Entre el forcejeo, el tipo le disparó a Dayana en la cabeza. Ambos malandros también resultaron heridos, pero como pudieron salieron corriendo y la piraron.
El esposo de Dayana se concentró en ver cómo auxiliaba a la mujer, pero cuando se agachó para hacerla reaccionar, ya había fallecido.
Mientras el hombre llamaba para que lo ayudaran, los tipos se fueron perdiéndose de vista del esposo.
Los detectives del Cicpc, levantaron el cuerpo y comenzaron hacer sus investigaciones. A pesar de que la finca está alejada del centro de Manzanita, al parecer los hampones habían pasado por allí heridos y corriendo.
Cuando los detectives estaban peinando la zona, se encontraron con un joven herido. El tipo casi no podía caminar y por eso había dejado de huir.
Fue aprehendido por estar bajo investigación por la muerte de Dayana. El joven identificado como Jorge Luis Fonseca Pérez de 18 años, es de Yaritagua.
El chamo había viajado con otro tipo hasta Manzanita con la idea de robar fincas, sobre todo ganado y herramientas, supuestamente.
El detenido fue trasladado hasta el Hospital de San Felipe, pues presentaba fractura de fémur derecho por una descarga de escopeta, que se hizo él mismo durante el forcejeo con Dayana con la misma arma homicida.
El chamo no portaba la escopeta al momento de ser detenido y están investigando el paradero del asesino faltante, pues el detenido confesó que sólo eran él y otro compinche.
En cuanto a Dayana, su esposo dijo que era ama de casa y ellos tenían ya más de cinco años de relación, tenían un hijo pequeño.
Habitantes de la zona cuentan que en Manzanita están abandonados pues no pasa nunca ni una patrulla y no hay policías a quien denunciarles los robos. Cuentan que necesitan un poco más de autoridad porque los malandros se apoderaron de la zona.