Euseglimar González | LA PRENSA.- Presos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Pata ‘e Palo iniciaron un motín la noche del lunes y minutos después nueve estaban fugados. Tres de ellos resultaron abatidos en la huida, seis se escaparon y un oficial resultó herido.
Los reos muertos quedaron identificados como: Alberto Moisés Riera Camacaro (19); Yeiber Camilo Nieto Mujica (23) y Andrés Eduardo Carucí Mendoza (19). A 20 minutos para las 11:00, cuando se formó el motín, uno de los funcionarios que estaba de guardia llegó a la celda para calmar la riña, pero en un descuido uno de los presos lo agarró y lo amenazaba con un cuchillo. En ese momento obligaron a los otros funcionarios a abrir la puerta o si no matarían al oficial. El compañero de guardia abrió la puerta, pero el oficial Jonás Reyes, que estaba bajo amenaza, les gritó que los detenidos se fugarían. El preso que cargaba el cuchillo lo apuñaló en el abdomen y los nueve salieron corriendo.
Lo presos se escaparon por la puerta principal del Servicio de Garantía de Detenidos de la PNB en Pata ‘e Palo. Los evadidos atravesaron la avenida Libertador y se metieron entre las calles de la urbanización José Gil Fortoul.
Los hombres saltaban de pared en pared porque eran perseguidos por los policías. Cuando los nueve presos se fugaron, los PNB de una vez se activaron y comenzó el despliegue por todo el perímetro. Vecinos de la invasión Monte de Sinaí estaban terminando de ver la novela cuando escucharon ruidos y perros ladrando.
“¡Ay, Dios mío, qué es esto. Qué está pasando!”, decía una vecina el lunes en la noche. Ella estaba cocinando cuando todo comenzó. Las calles que conectan la invasión que está detrás de la Gil Fortoul es muy oscura. Vecinos de la invasión relataron que por la oscuridad de la calle los presos aprovecharon para meterse al sector.
Los PNB lograron visualizar a tres de los detenidos, en medio de la oscuridad. A uno de ellos lo hirieron en la esquina que da hacia la invasión, mientras que los otros dos cayeron a una cuadra. Los tres heridos fueron llevados a la emergencia del Hospital Central, pero horas después de su ingreso murieron.
Una vecina contó que vivió minutos de terror cuando los hombres ingresaron a la invasión de 11 ranchitos, la mayoría son de láminas de zinc. Detalla que estaba cocinando, su esposo la acompañaba y la niña estaba acostada.
Los fugados se trepaban por las paredes y caían a los techos de las casas. El esposo de la mujer cuando escuchó los ruidos apagó las luces de su casa y cerró la puerta.
“Señora ábrame la puerta, déjeme pasar yo tengo dos hijas. Por favor”, le suplicaba uno de los detenidos a la mujer. En ese instante se escucharon muchas detonaciones y los funcionarios ingresaron a la invasión, pero los tiros alertaron a los fugados y huyeron por el matorral.
Más de 20 disparos se escucharon en la zona, los vecinos se metieron debajo de las camas para resguardarse.
Se conoció que los funcionarios desplegaron un operativo especial para dar con los evadidos.