Jennifer Orozco | LA PRENSA.- El olor era similar al de una animal muerto. Pero en la tarde, con el sol de mediodía se fue haciendo más fuerte, casi insoportable. Trabajadores del mercado El Obelisco y vecinos de las torres de El Sisal se alertaron y al entrar a los terrenos de la construcción vieron el cuerpo de una persona bocabajo con un montón de moscas verdes encima.
“Es un muerto”, dijo uno de los cuidadores del mercado. De una vez, todos se asomaron y comenzaron a ver lo que parecía un hombre vestido con short y franela negra y zapatos deportivos blancos.
La piel tostada por el sol, un líquido brillante saliendo de su cuerpo y el fuerte olor hizo pensar que el cadáver llevaba allí abandonado más de dos días. A simple vista se le observó en la espalda un orificio, similar a una herida de bala, pero también, al parecer, tiene la pierna y brazo derechos fracturados.
“Le dispararon y lo tiraron. Saltó y nadie escuchó nada”, fueron algunas de las teorías de los vecinos para determinar el móvil de la muerte, pero nadie sabía decir con certeza si conocían al hombre o sabían qué había pasado allí.
Si es un hombre negro alto es uno que se le pasa robando cabillas aquí adentro. A lo mejor otros choros lo mataron”, decía una de las vecinas.
Las detonaciones después de las 6:00 de la tarde son habituales por la zona. Ellos dicen que esta semana no vieron ni oyeron motos ni carros pasar hacia la construcción de El Sisal, pero a lo mejor fue de madrugada por lo que era “imposible” que vieran algo.
Al terreno llegaron vecinos, trabajadores del mercado, funcionarios de la PNB y del Cicpc, y ninguno logró dar con la identidad del fallecido.
Robos a lo loco
Vecinos de El Sisal denuncian que todos los días en las noches se meten bandas delictivas a pasarle “esmeril” a las cabillas de la construcción abandonada de las torres y a llevarse los pedazos de cabillas que sacan.
Se llevaron los andamios, las cabillas y todo lo metálico, no me extraña que ahora comiencen a matarse por quien roba más”, declaró una vecina de manera anónima.