Jennifer Orozco | La Prensa.- Una explosión y luego el fuego que arrasó con todo a su paso. El incendio acabó con la operatividad de la fábrica Ingotria C.A, en la Zona Industrial III.
Rubiel Ramírez, su propietario, estaba sentado en una silla plástica en el estacionamiento del galpón donde funcionaba la fábrica. “Se quemó todo. El galpón se acabó; todo el esfuerzo, todos los ahorros y la vida de la empresa. Aquí murió todo”, decía el hombre de origen colombiano, mientras una lágrima rodaba por su mejilla al ver cómo caían al suelo partes del techo quemado.
El fuego acabó no sólo con la parte superior, también con las paredes que se quebraban como galletas de soda. Las oficinas quedaron totalmente destruidas y la materia prima se calcinó. “Pérdida total”, decía un funcionario de los Bomberos de Iribarren, mientras terminaban de extinguir el fuego.
Aunque se harán investigaciones sobre los orígenes del fuego dentro del galpón, aparentemente fue un corto circuito en un cuarto donde se almacenaban gomas y aceites, materia primordial para la fábrica, pero que es altamente inflamable.
El vigilante de la empresa dijo haber escuchado una pequeña explosión a las 6:00 de la mañana y cuando se asomó las llamas ya eran altas y agresivas.
Inmediatamente llamó al servicio de emergencias 911 y luego a los bomberos de Iribarren, quienes llegaron 20 minutos después. Apoyados con unas 10 cisternas de Hidrolara y al alcaldía de Iribarren, comenzaron a apagar el fuego.
Se necesitaron 30 mil litros de agua, 20 funcionarios bomberiles con traje especial y ayuda de Protección Civil y su camión de rescate para que el fuego cediera totalmente.
Víctor Montero, comandante de los Bomberos, explicó que muchas veces los sistemas eléctricos de los galpones que tienen más de 20 años deben ser revisados para evitar este tipo de accidentes.
También acotó que el material que se utilizaba en la empresa ayudó a que el fuego se propagara más rápido por ser goma y aceite, que agarra candela rápidamente.
Igualmente reveló que al llegar trataron de utilizar los sistemas contra incendios de la propia empresa, pero solo salió “viento” de las mangueras, porque estaban dañados los conductos de agua “por falta de revisión continua”.