Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Balas, puñales y golpes apagaron las vidas de 24 larenses, entre octubre y noviembre, la mayoría de las víctimas eran personas jóvenes. Catorce víctimas presentaron heridas por armas de fuego, mientras que 10 por puñaladas y golpes, según los registros que a diario lleva LA PRENSA.
Aunque en el año 2020 han disminuido los homicidios, en comparación con 2019 que cerró con 412 crímenes, los casos que se han registrado en la entidad ocurrieron con más ensañamiento. Durante 44 días, entre los casos ocurridos en Lara se encuentra el asesinato de un sordomudo en el sector La Pradera, de El Jebe.
Grégory David Cárdenas Suarez, de 44 años, presentó moretones en el rostro y cuello cuyo homicidio ocurrió en El Jebe el 1 de noviembre. El hombre que era sordomudo, tenía una herida abierta en el costado derecho, aparentemente causada por el disparo de una escopeta y quemaduras por fricción, como si hubiese sido arrastrado.
Pero la muerte de Grégory no fue la única con ensañamiento; a Alfredo Antonio Pérez Parra, de 59 años, lo torturaron hasta matarlo, recibió múltiples heridas por arma blanca en la cara y parte de la cabeza. El hecho ocurrió el domingo pasado en la calle 42 con carreras 23 y 24.
Alfredo era vigilante en un terreno al cual unos criminales entraron para robar, pero al encontrarse con él lo asesinaron.
Según la base de datos de LA PRENSA, en los primeros 12 días de noviembre en la entidad se han cometido cuatro muertes violentas, entre esas dos por presuntos enfrentamientos con funcionarios del Conas en el municipio Jiménez.
En Iribarren fue donde más se registraron hechos sangrientos, pues hubo 17 homicidios, seguido de Jiménez con seis y solo el crimen de Leopoldo Lisandro Arcila Morillo, de 41 años, ocurrió en el municipio Morán.
El hombre fue asesinado de un machetazo en la cabeza, por su propio hermano en el caserío de El Cauro, parroquia Hilario Luna y Luna.