Estefany Figueroa | LA PRENSA.- Un agricultor de la vía a Bobare fue encontrado sin vida en un cerro del sector La Canoa de Algarí que se ubica al oeste de Barquisimeto. El hombre desapareció el miércoles 20 de junio a las 12 del mediodía y fue hallado con un balazo en la pierna la mañana de ayer jueves.
Isaías Antonio Alvarado tenía 52 años y según sus familiares se dedicaba a recoger orégano en varios sembradíos que quedan en la parroquia Águedo Felipe Alvarado del municipio Iribarren.
El señor estaba en un cerro lleno de mucha maleza. Estaba semidesnudo pues sólo llevaba puesto unos bóxers y no llevaba ninguna pertenencia lo que hace que parientes e investigadores del Cicpc crean que lo mataron para robarlo.
El hombre estaba bocabajo, enredado entre decenas de arbustos y con la pierna derecha bañada en sangre aunque también tenía manchas de sangre por la espalda. Isaías se encontraba desaparecido desde el día miércoles a las 12:00 pm que decidió salir de su casa, cerca de la zona donde fue encontrado, a dar una vuelta y no se le volvió a ver.
Según la versión de sus familiares, Isaías era un hombre tranquilo, no se metía con nadie, vivía aún con su madre de 96 años y era quien se dedicaba a cuidar de ella cuando no trabajaba. Isaías no tuvo hijos, era soltero.
Cuentan sus hermanos, que el hombre salió de su casa y les pareció muy extraño que al anochecer aún no había llegado. Y fue entonces cuando decidieron salir a buscarlo a tempranas horas de la mañana de ayer jueves por los campos donde él se la pasaba recogiendo el orégano.
Sus hermanos en medio de la búsqueda por las parcelas, encontraron en el monte los rastros de sangre que dejó en el camino, ya ellos temían que lo peor le había sucedido a su hermano.
Los testigos que allí se encontraban también contaron su versión de lo que había sucedido, expresaron con mucho pesar la muerte del señor Isaías, pues aparentemente no tenía algún vicio y era un hombre trabajador del campo.
Sus vecinos y amigos, dijeron que más abajo en otra parcela había un charco de sangre a unos 600 metros de donde fue encontrado. Todos se preguntaban cómo había sido su muerte, pues estaban muy desconcertados
“¿Será que lo hirieron allá abajo y se vino caminando?” ó “¿lo mataron allá y se lo trajeron hasta aquí?” se preguntaban los curiosos que llegaron hasta el lugar del hallazgo y lamentaban el crimen de este hombre trabajador.