Jennifer Orozco | LA PRENSA.- Con todo el rostro y los brazos comidos por los perros, estaba el cuerpo de un chamo a orillas de la Circunvalación, a la altura del sector El Buco de Las Tinajitas. Aparentemente lo mataron la madrugada del domingo y como no levantaron el cuerpo a tiempo se descompuso y los animales se dieron su banquete.
Al parecer era un adolescente. Medía como un metro 50, era delgado y según la gente antes de que lo tostara el sol, era blanco. Vestía un jean con ruedo, tipo bermuda, como las que están de moda entre los “pavitos”.
Según un señor de la comunidad, había visto al chamín la mañana del sábado caminar por Mercabar con una bolsa de cambures en la mano. “Yo que trabajo allí, era primera vez que lo veía, pero estaba echando broma con unos tipos”, declaró el caletero.
Pero el domingo a eso de la 1:00 de la madrugada se escuchó un disparo y luego otro. “Mataron a alguien”, decían las doñas de la comunidad, pero nadie se atrevió a ir hasta el sitio, hasta el domingo a las 7:30 de la mañana.
Una bandada de menorcitos, entre 7 y 16 años descubrieron el cuerpo. Estaba sentado sobre la basura, recostado a un poste de luz “morocho”, descalzo y sin camisa, los chamines solo vieron un tatuaje de estrella que tenía en la rodilla derecha y en el brazo izquierdo la letra L, en mayúscula. La mano derecha, supuestamente, tenía un precinto amarrado a la muñeca.
Contaron que en la mañana del domingo el cuerpo estaba completo. Casi toda la comunidad se asomó a ver quién era, pero nadie lo reconocía. Dicen que llamaron a los GNB que están cerca, pero los funcionarios pasaron, hicieron una foto y se fueron.
“Llamamos al 911 y nada. Pasó policía estadal y PNB y nada, ni se detenían a verlo”, comentó una jovencita. A las 6:00 de la tarde, el cuerpo ya estaba tostado por el sol. Los perros comenzaron a morderlo hasta que le arrancaron ambos brazos. Uno de esos miembros quedó tirado en toda la entrada de Las Tinajitas, mientras que el otro, al parecer, se lo comieron los canes.
También le comieron la cara. Ya se le veían todos los huesos del rostro. El olor putrefacto comenzó hacer de las suyas y llegaron los zamuros. Ante la preocupación de que desapareciera por completo el cuerpo, los habitantes de Las Tinajitas, amanecieron espantando a los animales carroñeros. “Será que petejota no va a venir, son unos abusadores”, decía una doña.
Unos 10 vehículos se detuvieron a orillas de arretera, se bajaron, negaban con la cabeza y se iban. Al parecer hay un muchacho desaparecido de Quíbor y otro de Acarigua y los familiares se fueron al sitio a ver si era, pero confirmaban que no. El cuerpo fue levantado por funcionarios del Cicpc a las 11:00 de la mañana del lunes y llevado la morguecita a la espera de que lo identifiquen.