Jennifer Orozco | La Prensa.- Darwin Gregorio Cordero, de 31 años, murió electrocutado dentro de su casa. Según una versión policial, el hombre arreglaba el aire acondicionado dentro de su cuarto, en su vivienda en el barrio Los Ángeles.
Su familia no quiso brindar declaraciones, pero se pudo conocer que Darwin reparaba el aire pues no estaba funcionando, cuando de repente hubo un “subidón” de energía y el hombre recibió un corrientazo mortal.
Sus familiares trataron de llevarlo al Hospital del Seguro Pastor Oropeza, pero ya había muerto. Llegó a la morgue del Hospital Central casi 12 horas después de haber fallecido.
La familia estaba bastante hermética fuera de la sala patológica. Darwin tenía antecedentes penales por robo.