Lorena Rojas | LA PRENSA de Lara –& ;»Sabíamos que tarde o temprano iba a pasar». Eran las palabras que decían en medio del llanto las hermanas de José Gregorio Amaro Rodríguez, de 53 años, quien fue asesinado a balazos dentro de su vivienda en el barrio Nueva Esperanza II, sector La Laguna, en Tamaca.
El hecho ocurrió a las 5:30 pm de este martes, cuando unos tipos, sin mediar palabras con José Gregorio, entraron a su vivienda, en la cual estaba solo, le dispararon en varias oportunidades en diferentes partes del cuerpo y huyeron rápidamente del lugar.
La víctima quedó en la mitad de la sala de su pequeña vivienda. Vecinos que escucharon las detonaciones, esperaron unos minutos para acercarse y ver qué había ocurrido. El escenario era de espanto. José Gregorio, quien vestía una camisa azul a cuadros y un pantalón jean, yacía en el piso y con sangre alrededor, por lo que de inmediato notificaron a la policía y familiares. Funcionarios del Cicpc llegaron para levantar el cadáver y colectar las evidencias de interés criminalístico.
Según la versión de los vecinos, el hombre supuestamente era azote del barrio, pues según indicaron atracaba y «pichaba» a sus vecinos, aunque otras personas dijeron que también tenía su lado servicial, sin embargo, se conoció que José Gregorio había tenido problemas con la justicia, cuyo expediente reseña siete entradas policiales y una solicitud por porte ilícito de armas.
La víctima deja huérfanos a dos hijos que emigraron a Perú, y quienes se enteraron del asesinato de su padre a través de WhatsApp con una fotografía de José Gregorio en la escena del crimen que fue tomada por vecinos antes que llegaran los funcionarios.