José D. Sequera| LA PRENSA.- ¡Ay, Dios mío, qué dolor tan grande, siento que me muero!, gritaba la madre de un niño de 12 años que fue embestido por un carro y luego arrollado por un autobús. La mujer expresaba su dolor junto al cuerpo del joven, quien ayer en la tarde intentó cruzar la calle principal de Tamaca, al norte de Barquisimeto.
Según una mujer que fue testigo del hecho, el accidente ocurrió cuando la víctima intentó recoger del piso un envase de agua que llevaba en sus manos.
“Cuando estaba cruzando la calle, el pote se le cayó. Se agachó a recogerlo y en eso un carro rojo lo impactó de frente para después darse a la fuga”, narró la mujer, quien agregó que luego de esto el menor quedó tirado en el pavimento malherido.
Detalla la señora, que al instante un autobús Encava, colores blanco y rojo pasó donde estaba el chamo y le aplastó la cabeza.
Contó la testigo, que en ese momento los niños que acompañaban a la víctima comenzaron a gritar de terror. “Con los gritos los vecinos salimos de las casas y vimos al niño tirado”, recordó la mujer.
Luego de que el bus pasara se estacionó, aproximadamente a 25 metros lejos del cuerpo. “El chofer se bajó junto a los pasajeros y vieron el cuerpo tirado” pero ya no había nada que hacer, el chamo estaba muerto.
Un “hermano” de la iglesia a la que, supuestamente, iba fue el que le avisó a los padres lo que pasó.
A los minutos ellos llegaron. Entre sollozos, la madre le sobaba el brazo a su hijo. “¡Mi niño, me mataron a mi muchacho!”, decía.
Hasta el sitio llegaron miembros del cuerpo de Tránsito de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y detuvieron al conductor del bus.
“No se quería parar”
Uno de los pasajeros del autobús afirmó que el chofer no tenía la intención de detenerse, agregando que fueron los propios pasajeros quienes lo obligaron.
“Fuimos nosotros que le exigimos al conductor que se parara porque el niño que arrolló estaba muerto”, expresó. El hombre confirmó haber visto al niño agachado en plena calle antes que el carro lo impactara.