Osman Rojas | LA PRENSA.- Los virus han regresado. Las constantes precipitaciones que han caído en Lara durante los últimos días no sólo reverdecen los arbustos, sino que también traen enfermedades que hasta hace un par de meses no aparecían reflejadas en los boletines epidemiológicos. Gripes, fiebres intensas y cuadros diarreicos severos han vuelto a colapsar los ambulatorios larenses.
“La semana pasada los ambulatorios del norte registraron 18 casos virales. Los pacientes tenían diarrea severa y dos de ellos deliraban por la fiebre. El llamado que le hacemos a las personas es a mantener la calma y acudir de forma inmediata a los centros ambulatorios. No intenten curar el virus en casa porque casi siempre la persona sufre por deshidratación”, comentó el doctor Ignacio Piña, integrante de la red ambulatoria en el estado.
El especialista comenta que el brote de estos virus obedece al poco cuidado de las personas. Según el doctor, muchas familias, sobre todo las que viven en zonas alejadas de la ciudad utilizan el agua de lluvia para su consumo y esto les termina infectando.
En los campos se tiene la creencia de que porque es natural no hace daño. Mucha del agua que se recoge en estas zonas es trasladada por una canal que en la mayoría de casos es de zinc. El tiempo oxida este material y eso es lo que la gente está tomando”, dijo.
Piña hizo un llamado a las autoridades sanitarias para que tomen cartas en el asunto y mejoren los programas de distribución de agua. El doctor considera que en las zonas populares las personas están tomando medidas desesperadas y eso pasa factura.
“Lo recomendable es que si una persona va a tomar agua de lluvia, por lo menos la hierva”, dice. Además del consumo de líquido libre de controles sanitarios, la proliferación de zancudos en quebradas es otro factor determinante para explicar el alza en los virus.
Martín López, médico encargado del ambulatorio en San Jacinto, explica que a su consultorio han llegado personas con cuadros muy parecidos al dengue. “Cuando hacemos un estudio social nos damos cuenta que en las zonas donde viven no hay control de vectores”.
López responsabilizó al Gobierno nacional por el alza en la morbilidad regional, argumentando que si la entidad tuviese un plan de vacunación activa estas cosas no pasarían.