Osman Rojas | LA PRENSA.- El tomate está de mírame y no me toques. Desde que empezó el año la tradicional fruta ha visto cómo su precio se incrementa alcanzando su punto máximo este fin de semana cuando en varias ferias de hortalizas de la ciudad se tasó el kilo en 400 mil bolívares.
“Venía con la intención de comprar dos kilos para llevar una ensalada a una reunión que tengo en casa de mis padres pero prefiero llevar zanahoria con repollo. Eso rinde más y es más barato”, comentó María Barcos, ama de casa que se encontraba comprando verduras en el centro de la ciudad.
La mujer confesó que, durante toda la mañana, caminó por los mercados municipales buscando ofertas que le permitieran honrar su compromiso, pero desistió cuando eran casi las 12:00 del mediodía. “En el Terepaima tenían el kilo en 100 mil bolívares pero había que pagar efectivo y de eso no tengo nada”, dice con humor.
Así como Barcos muchas mujeres decidieron hacer a un lado el tomate esta semana. El precio que marcó la fruta en los anaqueles dejó con la boca abierta a más de un comprador que tuvo que inclinarse por opciones más baratas para llenar la despensa.
“Tocará aliñar con puro cilantro porque eso es lo único que se puede comprar. Yo gano sueldo mínimo (392 mil 646) y si llevo medio kilo de tomates habré gastado más de la mitad de mi remuneración”, lamenta Mariángel Zambrano, vendedora de números en una agencia de loterías ubicada al oeste de la ciudad.
El aumento en el precio del tomate no es algo nuevo. Desde que arrancó el año los vendedores de frutas y hortalizas se han visto en la necesidad de remarcar los precios cada 48 horas para poder reponer la mercancía, así lo explica Daniel Segura, dueño de un local en el este de Barquisimeto.
“El precio de las cestas son una locura. Cada vez que el camión viene las cosas llegan más caras y uno tiene que hacer ajustes. Hay rubros como la cebolla, el pimentón o la lechosa que se mantienen con cierta estabilidad, pero eso no pasa con el tomate”, dice el muchacho.
El vendedor comenta que, comprando al mayor, el kilo de tomate tipo A (grande) está en 350 mil bolívares mientras que el tipo B (pequeño) vale 300 mil. “El margen de ganancia es muy poco y a eso hay que sumarle que no toda la mercancía sale. Siempre quedan dos o tres kilos que se pudren con el paso de los días”, suelta Segura.
Tan grande es el aumento que ha tenido la fruta que en varios locales de la ciudad se observó el mostrador de tomates vacío. Consultando a los vendedores del porqué no habían tomates para la exhibición la respuesta fue contundente: “está muy caro”, decían.
La Prensa realizó un recorrido por diversos sitios en la ciudad para conocer los precios que manejaban los vendedores. En tres comercios el kilo de fruta estaba marcado en 405 mil bolívares mientras que en otros cuatro el costo era de 350 mil. Al norte de la ciudad el tomate está un poco más barato pues allí se observó el producto en 290 mil bolívares.