Ágatha Reyes | LA PRENSA.- La resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) donde se desconocen las elecciones del pasado 20 de mayo, quedan al descubierto dos escenarios, el primero es la limitada acción del organismo internacional en la búsqueda de soluciones a los problemas del país y en segundo lugar el aumento del deterioró de la imagen y credibilidad del gobierno venezolano a nivel mundial.
La aseveración corresponde a Giovanna De Michele, internacionalista quién señala que el gobierno venezolano tendrá que enfrenta runa agudización de las sanciones impuestas por varios países del mundo, pues a través de la resolución de la OEA, se podría profundizar la presión que vienen haciendo Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima.
La también docente de la Universidad Central de Venezuela aclara que las acciones que se tomen desde el ámbito internacional no tendrán un impacto significativo más allá de una presión sin propuestas o acciones concretas.
De Michele, precisa que el gobierno encabezado por Nicolás Maduro ha perdido el margen de maniobra un consenso para una posición más concreta y por eso nace esa abstención. En el caso de las Islas del Caribe tienen una relación de dependencia económica muy grande con el gobierno venezolano, que si bien ha disminuido por la crisis interna desde el punto de vista financiero y la caída del crudo aun se mantiene una interconexión.
Estos casos nos demuestran que hay intereses particulares.¿Con el desconocimiento internacional y nacional cómo queda el gobierno
venezolano?
El gobierno ha perdido margen de maniobra, ya no tiene influencia en el continente, ha perdido posicionamiento. En tiempos de Chávez, Venezuela tubo una posición de liderazgo en América Latina y logró materializar la conformación de instituciones para lelas a la OEA.
Por ejemplo Unasur y Celac. Pero el país ya no tiene ese protagonismo o liderazgo, ni capacidad para alterar el statu quo o el orden en América latina.
Hoy tenemos una oposición fragmentada ¿ésta situación interna resta fuerza a las gestiones de la comunidad internacional?
La oposición es heterogénea, es multicolor y así debe ser en un sistema democrático, no tiene por qué ser unísona ni monocromática, no tiene por qué ser monolítica.
Cuando se presenta la necesidad de que la oposición se aglutine en torno a una sola idea es cuando la democracia es precaria o no hay buena salud democrática. Evidentemente eso pasa en Venezuela y es difícil tratar de agrupar sectores tan
heterogéneos.
No es un defecto sino característica de los sectores opositores.Sin embargo la crítica hacia factores de oposición se mantiene porque no han logrado generar una estrategia conjunta para enfrentar al gobierno.
En medio de esta coyuntura se requiere un gran esfuerzo para tratar de armonizar objetivos y estrategias, creo que en eso se ha trabajado.
Además cada sociedad va armando o pariendo sus propios liderazgos, y cuando los liderazgos existentes no se comportan a la altura de la exigencia de la coyuntura la misma sociedad va descartando esos liderazgos tradicionales y va abriendo y poniendo nombres a nuevas ideas.
¿Está el ciudadano apostando a nuevos liderazgo de oposición en Venezuela?
De alguna forma eso pudiera estar pasando en Venezuela. La atomización del liderazgo de oposición y el vacío del liderazgo en el gobierno pudiera estar abriendo un inmenso espacio en el centro para el surgimiento de nuevos líderes que de alguna forma satisfagan la necesidad que tiene el pueblo venezolano.
El gobierno ha hecho un insistente llamado a diálogo ¿Puede darse nueva mente ese encuentro entre gobierno y oposición?
En estos momentos es poco probable, pero la política es cambiante, no es estática y hay movimientos que son superficiales y que están perfectamente visibles y otros que se dan tras bastidores que no son visibles a la opinión pública y en lo que se ve en estos momentos no hay un escenario propicio para un nuevo acercamiento entre gobierno y oposición. Pero desconocemos lo que puede estar ocurriendo tras bastidores.
¿Qué le espera a los venezolanos con toda la presión internacional que existe sobre el régimen y el drama social y económico que se vive las calles?
Nos espera una agudización de la grave crisis interna y de los problemas económicos. Evidentemente el gobierno no ha mostrado intención e implementar medidas correctivas de fondo que permitan frenar el tema inflacionario o superar el desabastecimiento.
Hemos visto más productos en los anaqueles pero a precios inalcanzables. No pareciera que hay una verdadera voluntad de acercamiento sincero.
Nos vienen momentos difíciles desde el punto de vista económico y de la convivencia social y política.
¿Con la excarcelación de presos busca el gobierno el reconocimiento internacional?
Sin lugar a dudas, creo que hay un poco de intentar lavarse la cara ante la comunidad internacional. El informe de un grupo de expertos con el auspicio de la OEA evidencio los maltratos de los que son víctimas algunos presos en Venezuela y tuvo un impacto
que les hizo pensar que liberando presos podía minimizar el avance de ese informe.
¿Qué hacer ante un aumento de la crisis país?
Hay que tratar de ajustar presupuestos familiares, aumentar ingresos propios según los medios, buscar válvulas de escape para la inmensa presión que estamos viviendo. Hay un desgaste físico, mental, emocional y poca gente está respondiendo por ello.
Los balances que dan grupos médicos sobre el incremento de cuadros depresivos son alarmantes y preocupantes.
Hay que poner el mejor esfuerzo y reconstruir la convivencia en el seno familiar. Hay que reconstruir el entorno inmediato para después pensar en reconstruir el entorno externo. Pero la mayor responsabilidad la tiene el gobierno nacional.