Osman Rojas | LA PRENSA.- Comer carne dejó de ser un placer para convertirse en una amenaza. El poco control que hay sobre la venta de ganado en las calles y la ausencia total de vacunas convierte a la reses en posibles portadoras de enfermedades como fiebre aftosa (aumento de temperatura que se presenta con lesiones en la boca), situación que ha encendido las alarmas en el gremio médico.
Rafael Hernández, vocero de la Confederación Venezolana de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (Confagan) en Anzoátegui, asegura que la ausencia de tratamiento biológico para ganado empezó en junio del año 2016. “Entregaron (el Gobierno) pocas dosis y nos dijeron que eso era lo que había. Empezamos a hacer los contactos para importar nosotros mismos, pero con el precio actual del dólar eso es poco menos que imposible”, dijo.
Hernández refiere que, desde el momento en el que les comunicaron que ya no habría más vacunas, los ganaderos dejaron de cuidar a sus reses. “Se empezó a vender carne a lo loco y a riesgo. El ganado se mata antes de tiempo para evitar enfermedades que puedan acabar con las reses. Sólo el 20 % de las reses vendidas están vacunadas”, confiesa.
Darío Zambrano, gastroenterólogo en el Hospital Central, dejó ver su preocupación por la ausencia de control sanitario en las reses. El especialista aclaró que, aunque no se han registrado casos de fiebre aftosa en las consultas del Antonio María Pineda, los niveles de morbilidad por infecciones bacteriológica cada vez son más altos.
“La gente está comiendo mal y eso se ve reflejado en su salud. La Helicobacter pylori es una bacteria de tipo infecciosa que se adquiere por comer carne o frutas en mal estado y cada día gana terreno en los hospitales. El no tener ganado inmunizado puede ser uno de los factores que altera los niveles de morbilidad”, explica.
El consumo de carne a todo riesgo no es un asunto ajeno para las autoridades nacionales. Alexis Paparoni, diputado a la Asamblea Nacional (AN), ha denunciado en reiteradas ocasiones la “apatía” mostrada por el Ejecutivo nacional para resolver el problema de la inmunización del ganado.
“En la zona Sur del Lago se necesitan 200 mil dosis para atacar la fiebre aftosa, ya está cerca la época del año en la cual se realiza la vacunación de los animales, el riesgo es muy grande, por lo cual denunciamos y hacemos el llamado al Gobierno a tomar cartas en el asunto”, pidió el parlamentario en declaraciones ofrecidas a un medio de circulación nacional.