Luis Felipe Colmenárez | LA PRENSA de Lara.- David Smolansky,& ;coordinador de la OEA para la crisis de migrantes venezolanos informó que la próxima semana viajará a Ginebra para reunirse con Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados y con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet para abordar la crisis migratoria que ha golpeado a los venezolanos.
Durante la presentación de un informe sobre el flujo migratorio en el país, Smolansky reveló que hasta la fecha hay cuatro millones trecientos mil migrantes y refugiados venezolanos por el mundo, destacando que eso convierte a la nación en el país con más desplazados en el mundo sin haber pasado por guerras o catástrofes naturales.
Tildó la coyuntura como un «deslave humano» por lo que aseguró que si Nicolás Maduro permanece como presidente, para finales de 2019 los números podrían subir a cinco millones y el año que viene Venezuela pudiese sobrepasar a Siria en cuanto a desplazados.
«No quiero volver a la Asamblea General de la ONU y no hablar de cuatro millones sino de siete u ocho» dijo el coordinador, quien aseguró que para que el problema se acabe es necesario que haya un cese de usurpación en la silla presidencial.
Asimismo, aseguró que el líder oficialista representa una amenaza para la región pues alega que los países de américa latina no poseen la capacidad en escuelas, hospitales, servicios básicos, presupuesto e infraestructura para atender a tantos ciudadanos venezolanos.
«A Maduro no le importa si el país se vacía y eso es lo que los venezolanos debemos impedir sacándolo de poder» insistió.
Smolansky anunció nuevas medidas para abordar la problemática, entre las cuales destaca la implementación de una tarjeta de vacunación a partir del mes de octubre& ;que incluya a diez países para brindar una mejor atención médica y optimizar recursos. Mencionó que la misma será distribuida en tres idiomas (español, inglés y portugués), además de servir a niños y adultos.
Por otra parte anunció que junto a Luis Almagro se decidió que el grupo de trabajo que venía abordando la situación, pasará a ser una oficina permanente, presidida por él mismo, la cual tendrá como fin primordial atender los padecimientos de las personas que por diversos motivos se vieron en la necesidad de abandonar el país.
A su vez, exigió a Trinidad y Tobago liberar a los venezolanos que se encuentran tras las rejas por haber ingresado de manera irregular al país, destacando que no hay motivos para mantener detenido a un migrante por tanto tiempo pues el acto no ilegal que requiera condena de meses o incluso años.
Con respecto a Aruba y Curazao mencionó que han sostenido encuentros con los Países Bajos para que los oriundos de Venezuela puedan obtener su documentación y así poder integrarse a las economías de esos países pues develó que el 15% de la población de esas islas son ciudadanos venezolanos.
Smolansky envió un mensaje a la comunidad internacional con el cual explicó que el éxodo masivo se debe a que existe una crisis humanitaria marcada por la ausencia de alimentos y medicinas, violencia, colapso de servicios y del sistema económico, además de la violación de derechos humanos.
Expuso que la solución de los ciudadanos ha sido salir del país incluso caminando, refiriéndose al caso del fenómeno de «los caminantes» que salen a pie desde Cúcuta hasta Lima.
Aseguró que millón y medio de las personas que integran la diáspora presentan síntomas de desnutrición, por lo que hizo un llamado al país a implementar políticas de refugiados para prestar ayuda.
«La mayor lección que nos podemos llevar es que cuando no se tiene democracia ni libertad las consecuencias migratorias similares países guerra» concluyó diciendo.