Yadira Quiroz | LA PRENSA DE LARA.- La flexibilización decretada por el Gobierno nacional, en vigencia desde el primero de noviembre y que se mantendrá hasta este 31 de diciembre en todo el país, en ocasión de la temporada navideña, podría desatar el incremento en las curvas de las tasas de contagio por COVID-19 en el estado Táchira, cuyas cifras se podrían ver reflejadas con mayores incidencias de casos a partir del primeros días del mes enero del próximo año 2022, de acuerdo a lo señalado por la Dra. Mohevia Sosa, sub-directora médica del Hospital Central de San Cristóbal.
Ello obedece a la conjugación de varios factores de riesgo asociados a la flexibilización no controlada o sin los debidos cercos epidemiológicos, lo que se viene evidenciando con marcada frecuencia en distintos sectores de la sociedad tachirense, en los que se percibe la falta de responsabilidad por parte de los ciudadanos en el no cumplimiento de las medidas de bioseguridad recomendadas por la Organización Mundial para la Salud (OMS) referentes al distanciamiento social, lavado frecuente de manos y uso correcto del tapaboca.
Dijo que ello hace vislumbrar un posible repunte de contagios, con mayor incidencia en el número de casos, al término de las festividades decembrinas, lo que se apreciará a partir de las primeras semanas del año nuevo 2022.
Sin embargo, apuntó que desde el primero de noviembre del presente año se ha mantenido un comportamiento más o menos estable de los casos de Covid-19 en el principal centro centinela del estado Táchira, observándose durante los últimos 15 días un registro de mayor cantidad de atención de consultas en el área de triaje de la Carpa, paralelo al ingreso moderado de pacientes en las áreas de hospitalización.
-Durante los últimos 15 días de noviembre se registra una media de atención en triaje entre 30 y 40 pacientes diarios y hasta este miércoles ocho de diciembre un total de 32 pacientes se encontraban recluidos en las áreas de hospitalización y 5 permanecen recluidos en la sala de cuidados intensivos», explicó.
Ante ello consideró que actualmente la situación de los casos Covid-19 en el hospital central está controlada, estableciendo una comparación con respecto al mes de mayo del presente año 2021 cuando se registró el pico más alto en la curva de contagios con más de 110 casos de pacientes hospitalizados, según las estadísticas de lo que va del presente año.
-La flexibilidad no controlada por sí sola no debe ser vista como el único desencadenante de los posibles nuevos casos de Covid-19, sino que a ella se suma la falta de conciencia en la población al no sumarse, en forma responsable, en la tarea de la prevención para evitar el riesgo de contraer este temible virus que seguirá enquistado entre nosotros, por mucho tiempo más, siendo una latente amenaza».
Se añade – a su vez- la prolongada carencia de test para la aplicación de las pruebas PCR en los distintos centros hospitalarios que funcionan como ejes centinelas, lo que también afecta a la red ambulatoria del estado Táchira, imposibilitándose el despistaje a tiempo y la detección de nuevos casos de coronavirus, lo que impacta directamente en la probabilidad de que se pueda estar gestando un nuevo caldo de cultivo que incida en el repunte de las curvas de contagios.
A sabiendas de que un amplio sector de la población tachirense acude a la red hospitalaria pública en la búsqueda gratuita de tales pruebas, los centros asistenciales del sector privado tampoco garantizan la disposición inmediata para la realización de las mismas, motivado a la problemática de la falta de reactivos y, además, los costos actuales de las pruebas PCR varían entre los 30 y 50 dólares, por lo que queda «cuesta arriba» a muchas familias tachirenses el poder realizarlas, incrementando aún más el riesgo para su salud por las complicaciones asociadas al Covid-19.
Al respecto, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas ha advertido de que la mayoría de los test que se realizan en el país «son pruebas rápidas y poco fiables, y que el número real de infectados podría ser muy superior al reportado por las autoridades».
El plan de vacunación, en tanto no llegue a la totalidad de la población tachirense constituye otro factor de riesgo asociado a la flexibilización.
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