AFP | LA PRENSA DE LARA.- Fernando pedía paciencia. Jeniret, mejor organización. Largas filas se registraron este lunes en una cancha de básquet habilitada en la emblemática barriada caraqueña 23 de Enero, como parte de un plan de inmunización contra la COVID-19 puesto en marcha por el gobierno.
«Tenemos que hacer colita, tener paciencia, porque somos bastantes», dijo a la AFP Fernando Rangel, de 64 años, trabajador de seguridad en un centro de salud público próximo a la zona, el hospital Los Magallanes de Catia, quien llevaba dos horas esperando turno.
«Estamos de permiso por covid y ahora tenemos que reintegrarnos después de que nos vacunen».
El gobierno de Nicolás Maduro dispuso el pasado fin de semana centros de vacunación en distintos puntos del país, en medio de denuncias de retrasos con el plan de inmunización iniciado en febrero pasado y una virulenta segunda ola del virus que, según sostiene el mandatario socialista, empieza a ser controlada en este país de 30 millones de habitantes.
Uno de estos puntos se instaló desde el sábado en la cancha de baloncesto del 23 de Enero, donde según los organizadores tienen previsto aplicar alrededor de 1.000 dosis por día.
Cientos de caraqueños con mascarillas aguardaban en los alrededores, unos con sombrillas para bloquear el sol, frente a los inmensos bloques de apartamentos que caracterizan a la zona, con unos 80.000 vecinos.
Rangel, al tener más de 60 años, sería inoculado con la vacuna rusa Sputnik V.
«1,1%. No 11%»
Jeniret Montaño, enfermera de 30 años, esperaba por la primera de las dos dosis de la vacuna china Vero Cell, producida por el laboratorio Sinopharm.
«Esperemos que mejore la organización», se quedó Jeniret, quien tenía más de tres horas en fila. «Hay demasiada gente», agregó, temiendo por posibles contagios en medio de la pandemia.
Su padre había sido convocado el viernes para vacunarse, pero hizo fila sin ser atendido, por lo que debió volver el lunes.
Fernando y Jeniret acudieron al lugar después de recibir un mensaje en su teléfono celular. Las citas se agendan a través del «Sistema Patria», base de datos lanzada en 2017 por el gobierno chavista que la oposición ha denunciado como un mecanismo de control social.
El gobierno fijó como meta inmunizar al 70% de la población para diciembre.
Desde que comenzó el plan de masificación, miles de personas decidieron probar suerte y se lanzan a los centros sin haber sido convocados, con la esperanza de recibir una de las vacunas.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez aseguró la semana pasada que 11% de los venezolanos ya habían sido vacunados; aunque la cifra fue puesta en duda por la ONG Médicos Unidos, crítica de Maduro.
«No sabemos si Delcy Rodríguez se equivoco o no vio la coma: 1,1%. No 11%», publicó la ONG en redes sociales.
Venezuela reporta hasta el domingo 242.138 casos de covid-19 y 2.719 muertos, según las cifras oficiales, que organizaciones como Human Rights Watch consideran esconden un elevado subregistro.