El control prenatal y diagnóstico a tiempo del médico tratante es indispensable para evitar que sigan siendo frecuentes los casos de espina bífida y complicaciones en embarazo gemelar en el país. Así lo advierten especialistas de la Red Nacional de Cirugía y Terapia Fetal en Venezuela, quienes también alertan sobre malformaciones en la vía aérea, obstrucciones urinarias, tumores pulmonares y patologías cardíacas.
Se trata de un equipo multidisciplinario que enlaza esfuerzos del Hospital Domingo Luciani, Policlínica Metropolitana y Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela (SOGV), que atienden estos casos tan complicados del interior cuando son remitidos a Caracas, donde se les asiste en medicina fetal gratuita. Juan Pérez Wulff, vicepresidente de la SOGV, dijo que la red ha intervenido 30 casos, correspondiendo 14 a espina bífida.
De allí, la necesidad del diagnóstico y poder tener los criterios e incluirlos para la cirugía a menos de las 28 semanas de embarazo, incluso siendo un caso sospechoso que puede evaluar la red. La principal causa de espina bífida es por falta de ácido fólico, tanto por insuficiente consumo como por desorden genético, el cual no permita su absorción. También puede ser a consecuencia de medicamentos anticonvulsivos o por el control en diabetes materna.
En el desarrollo del niño con espina bífida, tratan de que no necesite una válvula de derivación ventrículo peritonial que drenan líquido y lo han logrado entre el 80 a 85% de los casos. El 45% puede caminar espontáneamente o con equipos de ortesis para estabilizar y puedan dar los pasos.
«Siempre se busca evitar el mayor daño de las fibras nerviosas y tratar de recuperar el cerebro, para salvar lo cognitivo», explica Pérez.
Embarazo gemelar
En cuanto a los embarazos gemelares suelen ser de placenta bicorial o monocorial, dependiendo si son independientes o comparten la misma placenta, estos últimos más propensos a ser prematuros, sufrir algún daño neurológico o fallecer. También les amenaza el síndrome de transfusión gemelar, en el que hay un feto donante y el otro es receptor, al punto de que el que recibe puede padecer de insuficiencia cardíaca por llegarle tanta sangre.
Son fetos que pueden estar en peligro por la restricción del crecimiento intrauterino. Sin olvidar la posibilidad de la perfusión arterial reversa, cuando el feto sano facilita sangre al otro no desarrollado y puede terminar saliendo muy perjudicado por falla del corazón, aumento del líquido amniótico y hasta puede fallecer.
La afección pulmonar puede complicarse aún más por hidrotórax, con el peligro de propiciar malformación congénita de la vía aérea, siendo casos posibles de tratar con láser.
Desde la red nacional, Pérez reitera la necesidad de que los centros asistenciales cuenten con cuidados intensivos neonatal y tener la capacidad de salvar a esos recién nacidos en partos pretérminos, es decir, antes de las 37 semanas.