AFP | LA PRENSA DE LARA.- La falta de capacidad interna para responder y las sanciones internacionales han impedido que el Gobierno de Venezuela compre en los últimos años suficientes medicamentos antirretrovirales y reactivos para detectar el VIH. Diversas organizaciones señalan que durante la pandemia más de 1.000 personas han muerto debido a que las restricciones han obstaculizado o bloqueado la obtención de tratamientos, así como la atención en hospitales públicos.
Jesús Rodríguez acaba de salir de prisión y lo peor de su paso por la cárcel fue ser una persona con VIH, o virus de inmunodeficiencia humana, causante de la enfermedad del sida. Mientras pagó condena, su vida corrió riesgo debido a que no contó con la atención médica ni los tratamientos necesarios para controlar la enfermedad.
«Si a las personas que estaban en libertad se les hacía imposible retirar el tratamiento (…) entonces imagínense a nosotros que la Guardia Nacional no quería sacar a ningún privado de libertad para el traslado al hospital. En el hospital cuando llegábamos a ir, no nos quisieron recibir. Cuando no era eso, era que no había transporte o el director del penal no quería que se hiciera efectivo el traslado», denuncia Rodríguez.
Después de pasar vicisitudes y ver morir a compañeros, Rodríguez señaló que aprovechará su libertad para crear un organismo que haga enlace entre el sistema de salud y el sistema penitenciario.
«La idea es ayudar a sortear todos los protocolos para hacer las cosas más fáciles allá adentro, no solo a los pacientes que tengan VIH, sino pacientes con tuberculosis o cualquier otro tipo de enfermedad, porque son personas que están totalmente invisibilizadas».
Falta de transparencia en los registros de muertes por VIH
Fuera y dentro de las cárceles hay más de 100.000 personas con VIH en Venezuela que no han podido acudir a las consultas, ni han tenido acceso a los antirretrovirales durante la cuarentena por COVID-19.
Datos recolectados por los monitores de la sociedad civil señalan que entre enero y octubre de 2020 la principal causa de la muerte de más de 1.000 pacientes fue la falta de tratamiento, una cifra que algunos organismos no gubernamentales temen podría ser mucho más alta.
Alberto Nieves, director de Acción Solidaria Contra el sida, denunció la poca transparencia de las entidades sanitarias. «Cuando vamos a los centros médicos de salud nos niegan la información. Las actas de defunción no reflejan la veracidad de las muertes, entonces son veladas, disfrazadas: falleció por tuberculosis, falleció por sarcoma de Kaposi, falleció por otra condición de salud, pero se niegan a colocar la palabra sida».
Nieves también agregó a las cifras de este año que hay más de 1.100 infecciones nuevas, la mayoría pertenecientes a personas en edades reproductivas de entre 16 a 40 años. También añadió que existe un desabastecimiento de antirretrovirales del 65%.
Con información de: Agence France-Presse