EFE | LA PRENSA.- El gobierno uruguayo está preocupado por la «radicalización» de la situación política en Venezuela y el «drama social» que se vive en ese país, pero sigue siendo partícipe de no sancionar al gobierno de Nicolás Maduro, expresó el canciller Rodolfo Nin Novoa este miércoles.
Antes de la aplicación de cualquier cláusula democrática que suponga la suspensión de Venezuela de organismos regionales de integración, «deben agotarse» las opciones diplomáticas, opinó Nin Novoa.
En Venezuela se produce una «escalada del conflicto, con una radicalización que nos llena de preocupación», expresó el ministro durante una interpelación en el Parlamento.
Como ejemplos, citó la «tendencia a la militarización de la sociedad» venezolana y el «juzgamiento por tribunales militares de civiles», un hecho que se conoció en las últimas horas y que ha despertado condenas de ONG defensoras de los derechos humanos y la OEA.
Interpelado por la oposición, Nin Novoa rechazó calificar de dictadura o democracia a Venezuela.
«Todos sabemos lo que es una democracia, todos sabemos lo que es una dictadura», se limitó a decir.
Nin Novoa manifestó que «lo que pasa en Venezuela es un drama social» y dijo que las autoridades uruguayas no son «indiferentes al sufrimiento de la población».
«No hemos sido indiferentes, ni injerencistas, ni intervencionistas», lanzó en un mensaje que buscó aplacar las críticas de la oposición política uruguaya que demanda mayor dureza al gobierno de Tabaré Vázquez en su postura hacia el régimen chavista, y también los cuestionamientos provenientes de sectores de su propio partido, el Frente Amplio (izquierda), que respaldan a la «revolución bolivariana».