REUTERS | LA PRENSA.- La crisis política, económica y social de Venezuela se ha convertido en «mi peor pesadilla», dijo el jueves 10 de noviembre el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien teme que una profundización del caos en la nación petrolera provoque un éxodo hacia su país que afectaría los sistemas de salud, educación y la implementación del acuerdo de paz.
La cantidad de venezolanos en Colombia ha aumentado notablemente en los últimos meses a más de 470.000, lo que ha obligado al Gobierno de Bogotá a prestarles asistencia social en salud y educación, principalmente.
«Mi peor pesadilla es Venezuela, en el sentido de que si hay una implosión, no es que vamos a recibir los 500.000 que son los que hemos recibido, serán millones y eso va a ser un problema tremendo para el proceso de paz y para Colombia en general», dijo Santos en Londres, donde recibió el Premio Chatham House por su liderazgo para lograr la pacificación de su país.
«Por eso es que hemos estado tan interesados en tratar de encontrar una solución pacífica y democrática en Venezuela, aunque lamentablemente hemos fallado», precisó el mandatario colombiano, quien mantiene unas tensas relaciones con el gobierno socialista de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, al que acusa de destruir la democracia.
Santos aseguró que no contempla cerrar la frontera con Venezuela para frenar la migración hacia Colombia, aunque la situación está empeorando. Miles de venezolanos pasan a diario a Colombia para trabajar, estudiar o comprar medicinas y alimentos, pero muchos han ingresado a ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla en busca de nuevas oportunidades, de acuerdo con las autoridades migratorias.
Colombia y Venezuela comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros con decenas de cruces irregulares que son usados para pasar de un país a otro, e incluso para actividades ilegales como el contrabando de combustibles y alimentos, así como para el narcotráfico.
«Nosotros estamos recibiendo cada día personas de Venezuela que están buscando una mejor forma de vida, esto está creando una carga bastante dramática en nuestro sistema educativo, en nuestro sistema de salud. Las cosas están empeorando (en Venezuela). El problema no va a durar cien años, tiene que haber un cambio y espero que sea rápido», concluyó Santos.