Los desfiles que concluyeron la madrugada de este martes en el Sambódromo de Río de Janeiro estuvieron marcados como nunca antes por una sucesión de accidentes con las imponentes carrozas de las escuelas de samba, ocurridos durante las dos noches de las famosas fiestas en esa avenida dedicada al goce del carnaval.
«Manifestamos nuestra preocupación con los episodios ocurridos», dice una nota divulgada por la Liga de Escuelas de Samba, en la que se subraya que «en los 33 años de existencia del Sambódromo, hubo muy pocos incidentes de esa naturaleza», por lo que será investigado «en profundidad» lo ocurrido en esta edición.
El primer accidente de gravedad ocurrió la noche del domingo, en plena inauguración de los desfiles, cuando una enorme carroza de la escuela de Tuiuti se descontroló y acabó arrollando a una veintena de personas.
En la madrugada de hoy, una pasarela situada en lo alto de una de las carrozas de la escuela Unidos da Tijuca en la que había al menos una decena de personas se desplomó en medio del desfile y provocó otros doce heridos.
Tres de las personas lesionadas el domingo todavía permanecían hospitalizadas, en tanto que diez de los heridos registrados en la madrugada de hoy fueron hospitalizados, en su totalidad debido a golpes de diversa consideración.
La Liga de Escuelas de Samba anunció en su comunicado que en los próximos días reunirá a todos los responsables del Carnaval a fin de «realizar los ajustes que sean necesarios» para garantizar una plena seguridad y «mejorar el espectáculo» que cada año congrega a decenas de miles de personas en el Sambódromo.