Agencias | LA PRENSA DE LARA.- La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Gobierno de Colombia reiniciaron este lunes el diálogo de paz en Caracas, donde se reúnen representantes de ambas delegaciones, en presencia de observadores internacionales, para retomar este proceso suspendido desde 2018.
De parte del Ejecutivo colombiano, el equipo negociador está encabezado por Otty Patiño, un exguerrillero cercano al presidente Gustavo Petro, mientras que Israel Ramírez, alias «Pablo Beltrán», lidera la delegación del ELN en este proceso que incluye a Venezuela como país garante.& ;
La delegación gubernamental tuvo la sorpresiva inclusión del conservador José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos y miembro del partido Centro Democrático, la fuerza política del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien ha sido un férreo opositor de Petro. Se espera que en las próximas horas se conozcan los nombres de los demás negociadores del gobierno y la expectativa gira entorno de si se incluirá un representante de las fuerzas militares colombianas.
Del lado del ELN ha firmado la convocatoria oficial a la instalación de la mesa de negociación alias «Pablo Beltrán», quien había participado en varios intentos de diálogo fallidos. El resto de la delegación aún no ha sido revelada.
Julio Londoño Paredes, quien fue parte del equipo negociador con el ELN durante los gobiernos de Pastrana y Uribe, aseguró a The Associated Press que el ELN no aceptaría un acuerdo «inferior» al que logró el Estado con las FARC, pero ve como un paso diferencial y potencialmente positivo que en la delegación del gobierno de Petro esté Patiño, quien hace décadas estuvo vinculado con un grupo guerrillero.
Venezuela, Cuba y Noruega fueron escogidos como países garantes de la negociación, mientras que Chile y España serán acompañantes en el proceso. No se descarta que varios de esos países alberguen en algún momento la mesa de negociación.
El ELN nació en 1964 como un proyecto político antiimperialista inspirado en la revolución cubana.
El gobierno de Petro -el primer mandatario de izquierda en la historia de Colombia- busca reanudar el diálogo como parte de un proyecto mayor llamado «paz total» con el que procurará la firma acuerdos o tratos de sometimiento a la justicia, a cambio de beneficios, con grupos armados, bandas narcotraficantes y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que continuaron delinquiendo luego del histórico acuerdo de paz firmado en 2016 con el Estado colombiano.
En septiembre de 2018 el gobierno de Iván Duque (2018-2022) suspendió las negociaciones y condicionó su reanudación a que el ELN liberase a los secuestrados que tenía en su poder y frenara los atentados. En enero de 2019 se cerró definitivamente la negociación cuando el ELN atacó una escuela de policía en Bogotá causando la muerte de 22 personas.
Seguidamente, Duque pidió a Cuba capturar a los cabecillas del ELN para que respondieran en Colombia por sus crímenes, lo que generó una tensión diplomática. La Habana se negó amparándose en el protocolo en caso de ruptura de la negociación firmado por el propio gobierno colombiano.
Las partes decidieron en octubre reanudar las conversaciones partiendo de la agenda que habían acordado en el pasado y que incluye la participación de la ciudadanía, planes para hacer transformaciones en el país que ayuden a superar la pobreza, el reconocimiento de las víctimas y el fin del conflicto, entendido como la transición de la guerrilla a la legalidad.
El ELN es considerada la última guerrilla activa en Colombia. A través de su historia el ELN ha intentado acercamientos de paz con casi todos los gobiernos de turno sin éxito. En la década de 1990 lo intentaron con los presidentes Ernesto Samper y Andrés Pastrana, y en el siglo XXI con los gobiernos de Uribe y Santos.
Fuente: EFE / AP