EFE | LA PRENSA.- El rey Felipe VI pidió al nuevo Parlamento catalán que respete “la pluralidad” de la región pensando “en el bien común de todos”, y advirtió de que la nueva etapa en Cataluña no puede conducir “al enfrentamiento y la exclusión”, sino a recuperar la estabilidad y la serenidad.
En su tradicional discurso a los españoles de cada Nochebuena, el rey se refirió explícitamente a Cataluña, donde las fuerzas secesionistas han conseguido la mayoría en el Parlamento autonómico en los comicios del pasado 21 de diciembre.
El discurso del monarca era muy esperado ya que no había hablado del caso catalán en estos días.
Sí lo hizo, de un modo que causó una fuerte debate, el pasado 3 de octubre, en una comparecencia extraordinaria en televisión dos días más tarde de un referéndum convocado por las autoridades independentistas catalanas y que la Justicia había declarado ilegal.
Entonces calificó la situación de “extrema gravedad” en Cataluña, donde los “legítimos poderes del Estado” debían asegurar “el orden constitucional”.
Hoy señaló los “problemas de convivencia que ha generado” el contencioso catalán, pero en su discurso también mencionó otras “serias preocupaciones y desafíos” de la sociedad española.
Entre ellas la situación económica, que – dijo – ha mejorado sustancialmente y que ha de llevar a la creación de empleos estables y a afrontar la desigualdad social.
También tuvo un recuerdo para las víctimas del terrorismo yihadista, que en agosto pasado en las localidades catalanas de Barcelona y Cambrils causó dieciséis muertos atropellados.
Habló de la corrupción como una de las principales preocupaciones de la sociedad española, que “demanda su erradicación” y de la “encrucijada” de la Unión Europea, que “requiere una mayor vitalidad” y donde “no cabe debilidad ni división”.