AFP | LA PRENSA.- El grupo yihadista Estado Islámico (EI) lanzó una gran ofensiva el sábado contra sectores en manos del régimen en la ciudad siria sitiada de Deir Ezzor, con un saldo provisional de más de 30 combatientes muertos. Al menos 12 soldados y 20 yihadistas murieron en violentos combates que continuaban por la tarde en esta ciudad del este del país, precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El grupo EI, que controla 60% de la ciudad, lanzó por la mañana su ofensiva para controlar los sectores en manos del régimen, así como un importante aeropuerto militar cercano, según el OSDH.
«Se trata de la ofensiva más importante lanzada por EI» en más de un año, indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
La agencia de prensa oficial SANA y una fuente militar siria confirmaron la ofensiva. El OSDH y SANA dieron cuenta además de dos civiles muertos por disparos de obuses contra los sectores gubernamentales de la ciudad. En la ofensiva, los yihadistas lanzaron kamikazes contra las tropas del régimen, precisó Abdel Rahman. Como respuesta «la aviación del régimen y la de sus aliados [Rusia] lanzaron ataques sobre las posiciones yihadistas en la ciudad».
En la vecina Irak, el grupo yihadista también hace frente a una ofensiva de las fuerza iraquíes que intentan expulsar al EI de Mosul, su último bastión importante en ese país. En otro frente de la guerra en Siria, los ataques aéreos se multiplicaron en la provincia de Idleb (noroeste) controlada por los rebeldes y por Fateh al Sham, provocando la muerte de ocho personas, entre ellas civiles, lo que fragiliza aún más la tregua, según el OSDH.
Varios grupos rebeldes importantes se aliaron a Fateh al Sham, lo que complica la implementación de la tregua. Los ataques aéreos y los disparos de artillería también alcanzaron regiones bajo control rebelde en las provincias de Alepo (norte) y Hama (centro), según el OSDH. Desde que comenzó la tregua, la violencia bajó de intensidad, pero no cesó. Cada una de las partes acusa a la otra de violar la tregua, pero nadie hasta el momento proclamó su fracaso.
El alto el fuego debe abrir la vía a negociaciones entre rebeldes y el régimen, previstas el 23 de enero en Kazajistán, para intentar poner fin a un conflicto de casi seis años que dejó más de 310.000 muertos. La oposición siria en el exilio dijo este sábado que apoya esas negociaciones.