Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- La crisis eléctrica acabó con la venta de carne en las calles. Atrás parecen haber quedado los días en los que las calles y avenidas de la ciudad exhibían carne de todo tipo pues en estos momentos son pocos los vendedores que se atreven a matar en grandes cantidades por miedo a perder la mercancía.
De acuerdo a lo explicado por los mismos comerciantes hoy en día se mata sólo si la venta está asegurada pues los constantes cortes eléctricos que hay en la región pueden dañar la mercancía. «Carne que no se vende es posible perderla. Los tiempos de refrigeración no se cumplen y eso hace que el producto se ponga hediondo o tieso«, comentaba el señor Omar Giménez, hombre que por más de cinco años ha vendido carne en la intercomunal Barquisimeto-Acarigua.
Giménez explica que hasta hace un par de años en un fin de semana se vendían ocho o diez animales pero ahora sólo se venden dos o tres cuando mucho pues eso es lo que se mata. «Si el producto pasa del domingo es un dolor de cabeza porque hay que meter la carne en un congelador y rogarle a Dios», comenta.
Tan golpeados han sido los vendedores de carne en las calles que hasta en Pavia, lugar donde históricamente se ha vendido chivos en las orillas de la avenida principal, cuesta encontrar a un comerciante dedicado a esto. «El riesgo que se corre es mucho. Yo de matar ocho animales en la semana bajé a uno porque así es como no garantizo pérdidas», dice Enrique Vásquez.
El hombre explica que en estos momentos muchos vendedores están optando por comercializar el chivo o el puerco vivo, pues eso reduce los riesgos de pérdida. «Así es mejor para todos porque el cliente también se asegura carne fresca«, comenta.