Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- La pandemia de coronavirus que fue decretada en marzo del año pasado y que obligó al cese de actividades escolares, tiene a los conocidos libreros de la plaza La Moneda entre la espada y la pared, pues el mayor volumen de ventas provenían de los textos escolares. Sin embargo, afirman que se mantienen firmes en su oficio y que de vez en cuando llegan clientes buscando libros de literatura.
«Antes salían mucho los textos escolares y los libros de derecho, pero cuando inició la pandemia eso se acabó porque las clases ahora son online y todo lo resuelven por internet», dijo Luis Alberto Peña, destacando los primeros meses de la pandemia fueron muy difíciles ya que no podían trabajar.
Sin embargo, destaca que el ingreso que percibe a diario, que varía dependiendo las ventas que haga en el día, le permite vivir de este tipo de comercio. «Gracias a Dios aún me puedo mantener con lo que vendo de los libros, la gente sigue comprando porque la literatura es muy necesaria«, afirma.
Peña aseguró que en la plaza actualmente hay 22 comerciantes activos, quienes en la semana de flexibilización ofrecen libros de diferentes géneros literarios.
Los comerciantes aseguran que pese a que no son un sector priorizado durante la semana de cuarentena se atreven a colocar los libros en las estanterías ya que viven del día a día pro cuidan las medidas de bioseguridad.
«Aún nos podemos seguir manteniendo con la venta de los libros, pero cuando no podíamos trabajar fue difícil, porque nos tuvimos que dedicar a otras actividades como la herrería para llevar el sustento a la casa», aseguró Usvaldo Dorante.
Las personas que se encontraban en la plaza aseguraron que la presencia de los comerciantes es muy necesaria, ya que gracias a ellos siempre hay gente amantes de la lectura.