Agatha Reyes | LA PRENSA.- Ahora tomarse un café con un pan en una panadería es como darse un lujo en un restaurant. Solo un vasito mediano de negrito puede llegar a costar hasta dos mil bolívares y si le agregas un pan o una torta la cuenta aumenta hasta casi cuatro mil bolívares.
Para muchos sale mejor buscar un cafecero que ir a una panadería, Enyirber Uranga quien conversaba en una esquina de la Vargas con un comerciante comentó que para él es más factible comprarle un café con pan a un cafecero que ir hasta una panadería. “Aquí gasto como mil bolos, pero si voy a comprar en cualquier panadería capaz gasto como cuatro o cinco mil bolos, así no me resulta”, dijo, además comentó que por lo general se toma un café diario y si va a una panadería deja todo el sueldo en meriendas.
Aunque los trabajadores informales venden el café en 500 bolívares aun hay gente que sigue quejandose por el precio y más cuando piden uno con leche que puede costar unos ochocientos bolívares. Carlos Rodríguez quien tiene ocho años vendiendo café en los alrededores del Hospital Antonio María Pineda afirma que aunque tienen mucho gastos al comprar el café, que lo consiguen en doce mil bolívares el kilo, el azúcar bachaqueada en cuatro mil y los vasos cuyo precio más barato es ochocientos bolívares, prefieren venderlo más económico para que el negocio resulte.
“Si lo vendemos más caro la gente no compra nada, y necesitamos que compren para nosotros poder llevar la comida a la casa y reponer la inversión que hacemos” dijo Rodríguez.
Comenta que muchos han optado por vender el tan conocido “parcho y pega” (cafe con pan) para incrementar las ganancias y así reponer la inversión.
En un día pueden vender hasta dos termos y medio de café negro y uno de café con leche, “prefiero el cafecito negro de los panas, porque a veces hasta me dan la ñapa sin pedirla” comentó George Hernández quien esperaba un ruta frente al hospital.