Osman Rojas | LA PRENSA.- Donde antes había maíz, cebolla o papa hay amargoso, monte y paja. La aseveración corresponde a Miguel Ángel Ventura, representante de la Confederación Venezolana de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (Confagan), quien denuncia que el Gobierno nacional no distribuyó las semillas para que el plan de siembra se realizara con normalidad.
“Esta año nuestros campesinos no trabajaron la tierra. Los representantes del Gobierno se comprometieron a entregarnos todo lo necesario para producir pero todo se quedó en promesas”, lamentó Ventura.
El productor explica que, durante las últimas dos semanas del mes de mayo y la primera semana del mes de junio, los campesinos deben sembrar para aprovechar las lluvias. “Es la primera vez en más de diez años que nuestros campos producirán menos del 20% de su capacidad”, dice Ventura.
Aparentemente el problema con la distribución de semillas responde a un tema de importación. Históricamente Venezuela trae la semilla de papa desde Canadá pero la ruptura de relaciones entre las dos naciones terminó por pasar factura a los campesinos.
“Nos entristece mucho lo que está pasando en Venezuela. Cuando los campos no producen es hora de revisar lo que pasa”, dijo Ventura.
El representante de Confagan considera que el retraso en los planes de siembra va a pasar factura más temprano que tarde pues la escasez de rubros como el maíz, la caraota, la papa o la cebolla se empezará a sentir en el último trimestre del año.
Andrés Carmona, expresidente de la Asociación de Campesinos en el estado Lara, criticó severamente la políticas implementadas por el Gobierno nacional en cuanto a la distribución de semillas y dijo que la postura tomada por el Ejecutivo sólo sirve para agudizar la crisis.
“En este país hay plata para dar bonos por salir embarazada pero no hay cómo importar semillas. Este año será muy triste para las zonas productoras porque la mayoría de hectáreas tienen monte y culebra”, dijo.
Hasta el momento el Gobierno nacional no se ha pronunciado respecto al retraso en la distribución de semillas. Especialistas estiman que el país ha perdido el 60% de su producción agrícola en los últimos tres años; números que podrían verse alterado este 2018 por la escasez de semillas e insumos para trabajar la tierra.