Osman Rojas | LA PRENSA.– “No es posible que alguien se pare a vender comida en una calle y la policía no haga nada”, con esas palabras el doctor Ruy Medina, director sectorial de Salud en el estado Lara, pidió al Gobierno nacional mayor severidad para las personas que comercializan y reempaquetan alimentos en casas o calles.
El galeno hizo especial énfasis en los alimentos reempaquetados como el azúcar, la leche, el café, la pasta o el arroz. “Se violan todas las reglas básicas de higiene. Es una falta de conciencia jugar así con la necesidad de las personas”, dijo molesto el doctor Medina.
El doctor aclara que cuando un alimento empaquetado se abre, la esterilización del producto se va y es por eso que las personas deben tener mucho cuidado con lo que consumen en las calles.
“Muchos no lo entienden, pero no cumplir con las normas básicas de higiene puede traer consecuencias graves a corto plazo. Un producto empaquetado cumple con ciertas normativas y cuando este se saca y se deposita en una bolsa plástica puede dañarse de un momento a otro”, dice.
El doctor explicó que el consumo de estos productos puede generar diarreas, nauseas o bacterias y por eso considera necesario que las autoridades nacionales tomen cartas en el asunto.
Medina instó a la contraloría sanitaria para que tome cartas en el asunto, de igual manera le hizo un llamado a los funcionarios de la Guardia Nacional para que pusiera mano dura en este tipo de actividades comerciales.
“Se debe cuidar la salud y la integridad de las personas. Ahora mismo vemos cómo los casos de enfermedades estomacales se han disparado sin que nadie haga algo para contrarrestar esta situación. Es necesario que la Guardia salga a las calles”, dijo el doctor.
La solicitud de Medina se suma a la iniciativa tomada hace un par de días por el Instituto Nacional de la Salud, que por medio de las redes sociales ha pedido a las personas que no consuma ningún tipo de alimentos rempaquetados.
El comunicado del instituto asegura que en Venezuela se han registrado casos de infección severa porque no se toman los controles sanitarios que exige la Organización Mundial de la Salud.