El desplazamiento de la onda tropical 51 generó la inestabilidad atmosférica que ocasionó la fuerte lluvia del viernes y sábado, y en algunos sectores se repitió ayer. En zonas vulnerables de los municipios Iribarren, Palavecino, Urdaneta, Morán, Andrés Eloy Blanco y Torres quedaron viviendas inundadas, pérdidas de enseres y electrodomésticos, daños en las vías. Apenas pasó una semana de la anterior vaguada y se repitió el temor por el daño que ocasionan las lluvias.
La mayor Gladimar Baldallo, de meteorología aeronáutica, precisó que dicha inestabilidad se ocasionó por la interferencia de la onda al influir con núcleos convectivos, lo cual ocasionó la nubosidad vertical que implica más cercanía con la superficie y son lluvias acompañadas de tormentas eléctricas, así como fuertes ráfagas de viento. Advierte que siguen las amenazas porque será al final de noviembre la culminación del período de lluvias.
Las alarmas estuvieron encendidas y el monitoreo de todos los organismos en el Sistema de Gestión de Riesgo en Lara. En el municipio Morán, un tramo de la vía hacia Anzoátegui sufrió socavamiento, así como la crecida de varias quebradas de Guarico; en Urdaneta hubo pérdidas materiales en sectores de Siquisique, junto al desbordamiento de los ríos Tocuyo y Baragua que se extendió por dos días. Mientras, en la parroquia Yacambú, en Andrés Eloy Blanco, también los organismos de rescate se mantenían en vigilancia.
Municipios sufrieron anegaciones tras el paso de la onda tropical 51
Las parroquias de Torres, como Chiquinquirá y Reyes Vargas con la población de Parapara tienen reportes de lugareños de daños en una escuela y ambulatorio, los que Protección Civil declaró inhabitables, así como algunas casas afectadas sintiéndose mal psicológicamente porque la lluvia también continuó ayer. El desborde de la quebrada Tabure en Palavecino interrumpió el tránsito en la avenida intercomunal.
Iribarren tuvo lluvia prolongada el fin de semana y ayer los habitantes del sector El Buchal de Bobare, parroquia Aguedo Felipe Alvarado, padecían con la calle principal inundada y varias familias tratando de salvar algunos aparatos, en video registraron niños llorando de miedo.
Otro punto crítico fue en las parroquias El Cují y Tamaca, donde los vecinos calculaban un estimado de 30 viviendas inundadas entre las comunidades Carorita, Andrés Bello, Las Cocuizas y Valles de Uribana, al norte de Barquisimeto. Pedían el apoyo urgente a las instancias de gobierno.