Osman Rojas | LA PRENSA.- Hace una semana llegó a la emergencia del Hospital Central una mujer con 37 semanas de embarazo, portadora de VIH y con los niveles de tensión bastante alterados.
La señora fue internada de forma inmediata, necesitaba que se le practicase una cesárea a la brevedad posible, pero en el centro médico no había trajes de bioseguridad, lo que llevó a los doctores a suspender la intervención.
“La metieron y la sacaron de pabellón. A nadie le importó salvar al bebé y a estas alturas todavía esperamos a que le hagan la cesárea”, dice con rabia una prima de la paciente que prefirió mantenerse en el anonimato. Historias como estas son lamentables, pero comunes en los centros de salud en la entidad y es que, desde septiembre del año pasado, los trajes de bioseguridad, vestimenta que cubre todos los brazos y la cara de los doctores con un material especial parecido al látex, no son enviados por parte del Ministerio de Salud.
Édgar Arias, presidente de la Fundación Hombres Seropositivos, lamentó la situación que viven los pacientes con VIH en la actualidad y responsabilizó al Ejecutivo nacional por la escasez de material médico quirúrgico.
“Cada vez que preguntamos en Caracas qué pasó con los trajes de bioseguridad nos dicen que ya no hay y que no los compran porque son muy costosos”, dice Arias con indignación, y añade que “a los pacientes con VIH siempre los han discriminado en los centros médicos y ahora lo hacen mucho más”.
Aunque en la fundación no manejan una cifra de cuántos pacientes con VIH esperan para ser intervenidos, en la Dirección de Salud hay 7 solicitudes de personas pidiendo ayudas para adquirir el traje de bioseguridad y así ser operados.