María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Durante los primeros dos meses y medio del año escolar 2023-2024 (octubre, noviembre y parte de diciembre), los profesores detectaron que un nutrido grupo de estudiantes de primaria y bachillerato pertenecientes a la educación pública tienen muchas deficiencias en cuanto a aprendizajes y desarrollo de competencias en áreas como matemáticas, física, química, lectura y escritura.
Según explicaron docentes, este rezago pedagógico se viene arrastrando desde el año escolar anterior (2022-2023), pues en ese lapso no se impartieron clases de manera regular por la aplicación del horario mosaico, modalidad que sigue vigente y aunque docentes han aplicado estrategias para lograr la nivelación de los estudiantes, aún no se ha logrado que los niños desarrollen las competencias que corresponden al grado que cursan.
Laura Igarra, presidenta del Colegio de Licenciados en Educación, señala que esto es una muestra de la crisis existente en el sector educativo. Precisa que no sólo se ven fallas en aspectos tan importantes como el aprendizaje de los niños, también en el área laboral y económica del personal. «Las exigencias planteadas desde inicio de año escolar aún siguen sin ser resueltas«, lamenta.
En instituciones como Fe y Alegría se han encargado de la nivelación de sus estudiantes para cubrir las debilidades con las que llegaron al presente año escolar. Docentes explican que los padres, ahora más que nunca, son una pieza fundamental porque lo que se enseña en la escuela debe ser reforzado en casa, con el fin de no perder el ritmo y así los estudiantes puedan llevar la secuencia en los contenidos.
Docentes recomiendan a los padres que los niños sean llevados a tareas dirigidas, o cursos de materias específicas para tener una mayor competencia.
Diagnóstico
En el Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (Secel) de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas, año escolar 2022-2023, ocho de cada 10 alumnos reprobaron, es decir, 8.901 estudiantes, mientras que sólo 2 de cada 10 consiguieron una calificación de 10 o más, ubicándose en 2.457 alumnos. La media fue de 7,53 puntos sobre 20, según el profesor José Javier Salas.
Esta prueba busca identificar las debilidades y fortalezas en la adquisición de conocimientos de educación media, con la finalidad de preparar iniciativas de actualización e intervención pedagógica, además de proyectar metas que favorezcan el desarrollo nacional a partir del mejoramiento de la calidad de la educación.
Para diagnosticar las competencias en habilidad verbal, también se aplicaron 12.082 exámenes en los que se evaluó la comprensión lectora, habilidades gramaticales y de ortografía, además de producción escrita. Aunque la calificación promedio pasó de 8,62/20 en 2022 a 9,11/20 en 2023, los alumnos no tienen los conocimientos mínimos porque 6.650 estudiantes reprobaron, y unos 5.432 estudiantes lograron la nota igual o superior a 10 puntos. Dicen que alumnos de instituciones públicas tienen más deficiencias que los de privadas.