lunes, 20 enero 2025
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Negocios árabes en agonía por caída del 90% en las ventas

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Miguel Bazo, comerciante árabe que tiene 35 años abriendo su tienda de electrodomésticos, mueblería y venta de juegos de cuartos, en el centro de Barquisimeto, aseguró que nunca la crisis económica había pegado tanto como ahora, cuando en plena semana de flexibilización de la cuarentena, la mayoría de los negocios de las carreras 19, 20 y 21 desde la calle 36 hasta la 42 de sus paisanos, dedicados a la misma rama de comercialización, permanecen cerrados por bajas ventas en pandemia.

«Las personas están destinando el dinero a lo esencial: alimentos. Pocos son los que tienen el ingreso salarial necesario para poder pagar un equipo eléctrico o comprar artículos del hogar», comentó el hombre quien es parte de los fundadores de los negocios árabes de la zona. Su yerno, José Muzarelli, comentó que los pocos comercios que siguen abriendo son los que se mantienen con pequeñas ventas que les permiten pagar los gastos de mantenimiento del local.

«La gente viene y compra colchonetas, un banquito para niños o un corral de los económicos de vez en cuando. Se logran pocas ventas a la semana», dijo. Los precios de los grandes artículos espantan a los transeúntes que se detienen en el local a preguntar. Un colchón matrimonial con 10 años de garantía vale 170 dólares, un SmartTV o televisor con conexión a internet de 32 pulgadas cuesta 120 dólares, dependiendo de la marca, y un aire acondicionado pequeño de ventana de 5000 BTU ronda los 100 dólares; es decir, un pensionado en el país que gana 10 millones de bolívares como salario integral al mes, necesitaría reunir por tres años su pensión para poder comprarse un equipo como este.

Jorge Abo, sirio de nacimiento, contó a LA PRENSA que en lo que va del mes de junio las ventas han caído 100 %, no ha logrado vender nada. «Por eso es que muchos comerciantes no están abriendo en la semana de flexibilización, o cerraron sus negocios porque quedaron en bancarrota o cambiaron de rubro», indicó. Algunos negocios ahora en vez de vender línea blanca o marrón comercializan con alimentos al mayor o venden repuestos de motos o bicicletas.

«No nos regresamos a nuestro país porque está en guerra, preferimos aguantar la crisis aquí en Venezuela con la hiperinflación, que es lo que tiene pobre a los venezolanos», exclamó. Aseguró que en su negocio lo que más se venden son ventiladores, cuyos precios van de 15 a 20 dólares. También las personas buscan cocinas eléctricas que pueden costar 10 dólares la de una hornilla o hasta 50 dólares las de marcas reconocidas. Precisó que una lavadora automática de 10 kilos tiene un valor de 175 dólares y es la más económica.

Oscar Sayago es educador, pero la crisis lo ha llevado a desempeñar varios oficios como técnico de electrodomésticos. «Estoy comparando precios porque necesito comprar tres equipos para un negocio que quiero montar. Requiero un aire acondicionado que cuesta 250 dólares, un filtro para el agua potable que tiene un valor de 350 dólares, más un congelador de 250 dólares adicionales. Con estos precios es mejor buscar alternativas en las ventas de garaje, donde se pueden llegar a conseguir rebajas hasta de un 50 % en artefactos de segunda mano», mencionó.

 

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