William Croes | LA PRENSA.- La paciencia tiene un límite. Integrantes de 350 familias de la zona norte de Barquisimeto tienen entre ocho y 12 años esperando que les entreguen la llave del apartamento que les asignó el Banhavi. Las personas protestaron ayer afuera de Corpolara para exigir el cese del peloteo y de una vez por todas los saquen de la lista de rezagados.
Rosa Goyo fue una de las personas que se acercó hasta la sede de Corpolara, en la avenida Libertador, para pedir hablar con Luis Reyes Reyes. La señora se llevó a su hijo menor y aguantó por más de cuatro horas la pepa de sol porque manifiesta sentirse cansada de los chantajes a los que se ha visto sometida a cambio de un apartamento en Alí Primera.
“He tenido que entregar copias de una infinidad de documentos, luego volverlos a sacar. Ir a Caracas para hablar en el ministerio, en vicepresidencia y hasta en Miraflores. Pero ni asistir a las marchas me ha servido para dejar de ser una rezagada”, confiesa Goyo, quien junto a su esposo y dos hijos vive arrimada en casa de su suegra.
Arrimados viven las 350 familias que quedaron por fuera del listado de la urbanización Alí Primera. Según datos de los líderes del comité de desplazados, en el lugar construido por la Gran Misión Vivienda hay más de mil apartamentos que están listos para habitar, pero no los han querido asignar a estas personas, y temen que el año que viene, por ser electoral se los repartan a otra gente que no tenga el mérito que este grupo tiene.
“Tienen mérito porque fueron censados por la Gran Misión Vivienda, luego los volvieron a censar y se han calado más de 12 viajes para Caracas en los cuales se han comprometido de entregarles las llaves, pero la orden no termina de acatarse en Lara”, expresa José Castillo, miembro de la UBCh Aristóbulo Isturiz, del complejo Alí Primera.
Cuentan las personas que protestaban que hay un cortocircuito entre los representantes de Banhavi – Lara, Corpolara y el equipo de la almiranta Carmen Meléndez. Las órdenes que llegan de Caracas tienen que pasar por el filtro de Luis Reyes Reyes y la almiranta Meléndez para que procedan y es allí donde está el supuesto cuello de botella para la entrega de los 350 apartamentos.
Castillo explica que todas estas familias ya recibieron la visita para el estudio socioeconómico y que solamente hace falta el último paso que es la entrega formal de la llave de la vivienda que esperan hace seis años.