Osman Rojas | LA PRENSA.- Los malandros tienen claro el objetivo cuando visitan una institución de salud: comida y cobre es lo que sacan de los hospitales.De los seis robos que se han registrado este año en los centros de salud, cinco han estado vinculados con esto, sólo el de una enfermera en el Luis Gómez López, escapó a la tendencia.
Para el doctor Armando Castillo, del Luis Gómez López, este fenómeno se debe a la necesidad económica que atraviesa el país. El desespero de las personas por generar ingresos extra ha llevado a muchos a dañar las instituciones públicas.
“Lo que estamos viendo es algo insólito. Esto es algo típico en países subdesarrollados, las personas buscan a costa de cualquier cosa generar ingresos”, lamenta Castillo.
Los robos de comida en los hospitales se ha hecho frecuente desde hace seis meses. La Dirección Regional de Salud, registra un hurto en el hospital de Duaca, uno en El Tocuyo, dos en el ambulatorio de Tamaca y otros dos en El Pampero.
“Hay hambre y eso queda de manifiesto en este tipo de actos. La gente ya no busca cosas de valor, busca comida. Ahora mismo se puede hablar de pobreza extrema en el país”, dijo Castillo.
El doctor hizo un llamado a la Policía para que se supervise los sitios donde compran el cobre. “Allí agarran a los ladrones porque muchas veces son los mismos trabajadores de la institución”, dijo el especialista.