María Betania Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Jairo Yépez reza para que no llueva. Desde el 2005 empezó la pesadilla, pues un fuerte aguacero ese día hizo que el agua que corre desde la parte alta de un cerro hasta su casa en el sector II de Santo Domingo se llevara su cocina y otros utensilios. Por eso cada vez que el cielo se nubla, se asusta.
Con el pasar de los años cada vez empeora, la corriente entra por el patio de su casa e ingresa hasta la sala, cocina y cuartos, lo que causó que la mayoría de sus electrodomésticos y hasta las camas se dañaran. Yépez vive junto a un hermano y su padrastro, y denuncian que desde hace 16 años el gobierno no los ha ayudado.
«Primero perdimos la cocina, se derrumbó la pared de atrás y la del frente, hay muchos huecos en el techo», dijo Yépez, quien contó que temen que en cualquier oportunidad que caiga una lluvia su casa se venga abajo porque las paredes están inestables.
Yépez contó que hoy deben dormir en un colchón que es prestado y lo ponen encima de unos bloques, porque los que ellos tenían se lo llevó la corriente. También cocinan en fogón porque perdieron su cocina. No cuentan ni siquiera con muebles ni electrodomésticos ni enseres, porque también los han perdido poco a poco.
El muchacho dice que hasta el momento no se han podido recuperar y solicitan por lo menos una ayuda para rehabilitar su casa antes que ocurra una tragedia. Él trabaja como colaborador en la Ciudad de los Muchachos y los otros dos en el comercio informal.