Jennifer Orozco | La Prensa.- Los consumidores los definen como “los incomprables”. El tomate y el pimentón, alimentos básicos para la preparación de muchas comidas alcanzan los Bs.700 mil por kilo en muchos de losnegocios de Barquisimeto y los comerciantes los dejan fuera de “precios de feria” porque no quieren perder la ganancia.
En el este de la ciudad, una venta de verduras tiene dos pimentones de tamaño mediano empaquetados en un plato de anime pequeño y el precio está marcado en Bs. 764 mil el kilo y esas dos verduras cuestan Bs. 450 mil. Los clientes agarran el plato, lo miran y lo dejan allí. En otros locales pueden conseguirlo un poco más económicos, pero no bajan de Bs. 500 mil y no están en tan buen estado.
Lo mismo ocurre con los tomates. Los comerciantes tratan de dividirlos en pequeños y grandes y colocar dos precios, pero el más accesible es un kilo por 400 mil bolívares. Cada vez que un cliente entra a las ferias de verduras y los propietarios o encargados les dicen que hay algunos productos fuera de feria, como el tomate, se molestan.
“¡Cómo el kilo de tomate va a costar 400 mil bolívares. Es absurdo, que se les pudra ahí!”, salió quejándose una señora luego de ver los precios en una feria. El encargado, con cara de regañado, lo único que hizo fue decirle a la cliente que en Mercabar los precios suben a diario y si a él le venden el tomate a Bs. 300 mil por kilo, no puede venderlo a menos de eso.
Pero es una preocupación de los dueños como Licinia de Pereira, quien tiene 10 años con una frutería y que ha visto cómo desde hace 3 meses los distribuidores le suben los precios “de sopetón”. Ella declara que no hay nada que hacer para poder bajar los precios, pues hasta los agricultores del campo están pendientes del dólar para colocar sus costos.
“No hay salario que soporte los aumentos. Si antes comprar verduras era una opción para comer, esa opción se acabó”, comentó Licinia.