Osman Rojas | LA PRENSA.- Más de un insulto se escuchó ayer en las unidades que prestan el transporte público en el estado. La nueva tarifa del pasaje generó molestias en los usuarios, quienes consideran injusto pagar 150 bolívares en unidades que cada día lucen más deterioradas.
“Ya uno irá a salir sólo para diligencias”, dice con rabia la señora Amarys Fonseca al ser consultada en una parada de la avenida Las Palmas. La entrevista comenta que el ruta 13 ayer le cobró 200 bolívares por ser fin de semana y a cada pasajero que le reclamaba por el pasaje el conductor le invitaba a bajarse de la unidad.
“Cuando uno pregunta por qué cobraban tanto, él mostraba con el dedo un papel que tenía pegado en la puerta y las ventanas. Si uno seguía con el reclamo el chofer nos insultaba y nos decía que si queríamos nos bajáramos del carro, son unos groseros”, dice Fonseca.
Aunque el aumento del pasaje fue comunicado con días de anticipación, la nueva tarifa cayó como un balde de agua fría para los usuarios. En cada parada se hablaba del aumento del pasaje y las personas dejaban ver su descontento cuando se les pedía la opinión.
La zona norte es quizás la más golpeada con el nuevo precio del pasaje. Ahora mismo, los autobuses están cobrando 200 bolívares si el destino del pasajero es Tamaca o Yucatán. 250 si se va para La Sábila, 300 si se llega hasta El Pampero o Rastrojito y 500 si la persona va hasta Duaca.
Piratas hacen fiesta
Los que han sacado provecho al aumento del pasaje son los piratas. Desde ayer los ruteros no registrados cobran lo que quieren, en especial si el sitio carece de rutas.
Para El Tostao, el Bolívar o La Paz los autobuses están cobrando 300 bolívares los días de semana y 400 sábado y domingo. “Aquí no hay gobierno, la gente hace lo que quiere”, comentó Marcial Duarte al ser consultado.